Se celebró una nueva audiencia del juicio en Flagrancia por el caso del empresario bolichero, Juan Manuel Salvalaggio, golpeado salvajemente por tres barrabravas en Capital. En esta ocasión, uno de los implicados declaró y volvió a decir que no recibió dinero para golpear a la víctima, sino que sólo fue a reunirse con él por una cobranza.
Mariano Ariel Riveros expresó que el día que ocurrió el hecho estaba paseando con los otros dos imputados, Carlos Daniel Ledesma y Brian Emanuel Espinoza. En un momento, dice haber recibido un mensaje de Mariano “Buffet”, que decía que debía ir a cobrarle un dinero a Salvalaggio. Después dijo que fueron a la casa del empresario y que, al pedirle el dinero, Salvalaggio los insultó y que él se enojó y le dio una trompada. Según su relato, en ese instante, Ledesma los separó.
El supuesto encargo que tenía Riveros era cobrar un dinero y que él, en teoría, se quedaba con un proporcional. Entre otras cosas, dijo que estaba en San Juan hace unos 20 días, que estuvieron alojados en el hotel Brescia y después en un Hostel, también de Capital. Él aseguró firmemente que no lo enviaron directamente a golpear al empresario.
Esta declaración se dio en el marco del debate oral y público que se desarrolla en la justicia exprés, que tiene al barrabrava de Racing en la mira junto a los otros dos implicados. Los tres están detrás de las rejas y son defendidos por el abogado César Jofré, quien pretende que sean condenados por el delito de lesiones leves.
Sin embargo, la fiscalía apunta fuerte contra los sujetos que permanecen detenidos mientras se efectúa el debate. Desde el inicio, el fiscal Alberto Martínez los acusó por el delito de lesiones graves, agravadas por la alevosía y ensañamiento, por la premeditación de dos o más personas y por ser cometida por un precio o una promesa remunerativa.
Las heridas que sufrió Salvalaggio fueron varias y muchas de ellas se registraron en la zona del rostro, por lo que la imputación podría ser entendida como lesiones graves por la jueza María Gema Guerrero, quien será la que dicte la condena para los responsables de la brutal golpiza.
Tras las palabras del acusado, se estima que tanto Ledesma como Espinoza hagan lo propio y, luego, se conozcan los alegatos, es decir, las pretensiones de pena de las partes.
A lo largo del juicio, los representantes del Ministerio Público hicieron escuchar los audios que sustentan la teoría de que hubo un plan para agredir a Salvalaggio. Incluso dijeron que los agresores lo vigilaron, que el empresario ahora detenido – en referencia a Mariano Tomsig- concurría a un gimnasio ubicado a metros del edificio donde vive la víctima y supuestamente les pasó información a los barrabravas.
Desde la fiscalía también consignaron que estos recibieron tres fotos del empresario bolichero para que lo identificaran y hasta se hospedaron unos días en un hotel situado sobre avenida España, a la vuelta del domicilio de Salvalaggio.
La víctima declaró y confesó que los autores de la paliza que recibió le arruinaron la vida. Dijo que tenía pesadillas con ellos y que, si bien en un principio creyó que se trataba de un robo cualquiera, se mostró sorprendido cuando en la UFI Genérica -a la que fue citado- le contaron que había detrás del hecho.
El ataque se registró el 11 de abril, en la puerta de un edificio de calle Santa Fe, en la Capital sanjuanina. El empresario fue desfigurado y sufrió fracturas. Esa misma tarde, apenas se produjo el ataque, apresaron a los tres bonaerenses que ahora son sometidos al proceso judicial que conduce la jueza María Gema Guerrero.