Finalmente y al cabo de cuatro años de la denuncia, Pedro Saitta, el sujeto que usó doble identidad para evadir a la Justicia, que lo buscaba por un homicidio ocurrido en Mar del Plata, se sentó una vez más en el banquillo de los acusados en el inicio del juicio por una causa de estafa.
Frente al juez de Cámara Juan Bautista Bueno y el fiscal Daniel Galvani, el imputado por una defraudación que supera los $40 millones se presentó en Tribunales en el debate que lo tiene en el centro de la escena. Si bien no está claro cuál será la pena que solicitará el Ministerio Público, lo mismo que la parte querellante, al enjuiciado afronta un castigo máximo de 6 años de prisión.
Es que la pena prevista para el delito de estafa es elástica y va desde un mes de prisión efectiva a los 6 años de cárcel. Es por ello que se estima que el denunciante, José Luis Dicarlo, solicite a través de su defensor oficial la máxima condena estipulada por el Código Penal Argentino.
El magistrado dictó un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, cuando declaren dos testigos en el debate que tiene en la mira al sujeto que fue condenado a 14 años de prisión por un crimen que sucedió en 2013, en la ciudad costera.
La causa data de 2021, cuando se conoció que el ahora imputado se hallaba prófugo de la Justicia. Dicarlo lo había denunciado por una estafa y amenazas y, a pesar de tener una causa en la ciudad costera y de haber sido procesado por Flagrancia, zafó de ir tras las rejas ya que se escondía bajo otra identidad.
Luego de comparecer ante las autoridades, quien se hacía llamar Pedro Sampieri y decía ser un exitoso empresario quedó tras las rejas y, en ese momento, toda la basura debajo de la alfombra salió a la luz. No sólo se supo que era buscado en la ciudad costera por un homicidio, sino que pasó por el sistema de la justicia exprés sin ser advertido como tal.
Al cabo de una pulseada intensa con su denunciante, quien habría sufrido un perjuicio que hoy asciende los $45 millones, Saitta se sentará en el banquillo de los acusados una vez más por los delitos de estafa y amenazas agravadas por el uso de arma de fuego. Es que en la previa y en las instancias de negociación para evitar el juicio, el detenido ofrecía una reparación económica simbólica y por tanto el denunciante lo rechazó.
Saitta, que pretendía una conseguir una solución alternativa del conflicto, ofrecía $2 millones cuando el daño económico que habría originado en la víctima se estima que fue de $48 millones, según lo precisó el propio Dicarlo. "La camioneta cuesta $35 millones y el auto de mi hija sale $13 millones", sostuvo el denunciante que espera que el imputado resulte condenado.
Dicarlo aseguró que Saitta lo estafó con la venta de una camioneta Toyota Hilux y la compra de un Fiat Palio y manifestó que, cuando fue a reclamarle hasta el concesionario que tenía, situado en Av. Libertador y Av. Rawson, el propietario del lugar lo apuntó con una pistola y lo amenazó de muerte. Frente a ello, acudió a las autoridades.
Por este hecho, Saitta comenzó a ser investigado y resultó que ese episodio apenas fue la punta del iceberg. Es que descubrieron que, a pesar de haber sido condenado por amenazar contra su ex pareja en Flagrancia, tenía un DNI falso y que, por su verdadera identidad, tenía pedido de captura por un homicidio en la ciudad costera.
Si bien el estafador con doble identidad fue condenado a 14 años de prisión por asesinar y mantenerse prófugo de la Justicia por años, lo mismo que se sumaron las penas que acarreaba (1 año y 6 meses por la tenencia de arma en el crimen, 8 meses por amenazas en contexto de violencia de género y 2 años y 2 meses por otra tenencia de arma de fuego), el denunciante ahora busca que Saitta sea castigado, ya que nunca pudo recuperar sus pertenencias.