Dos adolescentes sanjuaninas sufrieron episodios de violencia extrema en manos de sus ex novios y los casos provocaron indignación en la opinión pública, ya que los denunciados no sólo agredieron físicamente a sus víctimas, sino que las mantuvieron cautivas y las humillaron durante sus ataques.
Uno de los hechos se registró en el interior de un domicilio en 25 de Mayo, donde una joven de 17 años pasó 14 horas encerrada. Su ex pareja, un caucetero identificado como Yair Gustavo Morán, la había golpeado en otras oportunidades y por eso había una restricción de acercamiento. Sin embargo, eso no impidió que la sorprendiera en la calle y la raptara.
Durante el tiempo que la mantuvo cautiva, la atacó salvajemente al punto de provocarle una herida cortante en una de sus piernas y de dejarla completamente aterrorizada. Por fortuna, las autoridades habían sido alertadas sobre su secuestro y la encontraron en un tercer allanamiento. El agresor fue arrestado y en tiempo récord fue condenado a 2 años y medio de cárcel.
El otro episodio que se desató fue en La Bebida, donde una chica de 17 años también sufrió la embestida de su ex, quien no podía acercarse a ella por una perimetral. El sujeto identificado como Pablo Atampiz, junto a otros tres jóvenes, la mantuvo prisionera en un descampado para llevar a cabo un macabro juego.
Mientras la retenían, la golpearon de forma violenta y la obligaron a desnudarse, para luego escapar y dejarla abandonada en ese lugar. Según el relato de la víctima, pensó que moría. "Agarró una piedra grande, yo pensé que era para pegarme en la cabeza. Pero uno de los que estaba con él le dijo 'dejala, no hagas nada' y le hizo caso", detalló la víctima.
Dos de los cuatro agresores tenían el rostro cubierto, por lo que sólo pudo identificar a su ex y el menor que lo acompañaba. Fue por ello que tras denunciar lo sucedido, las autoridades lo detuvieron al acusado y lo imputaron por las lesiones que le provocó a la menor.
Frente a este escenario llama la atención el modus operandi y la forma con la que los agresores se manejan, quedando en evidencia que una medida judicial de impedimento de contacto y acercamiento poco les importa. Previamente, las adolescentes ya habían denunciado la violencia. No obstante, las medidas que la justicia implementó no resultaron eficientes para frenar los ataques.
Es por ello que resulta importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones, como así también las vías de contacto para denunciar.