Tras permanecer desaparecido desde fines de mayo, la ex amante del iglesiano Rubén Quiroga se quebró y confesó en la justicia que el hombre intensamente buscado fue asesinado y su cadáver después quemado para cubrir los rastros, por lo que quedó detenida de inmediato en comisaría.
La mujer que hizo semejante declaración es una ex pareja de Quiroga, quien también le adjudicó la autoría del crimen a su actual pareja, un sujeto que también fue arrestado, según indicaron fuentes policiales que actúan en el caso.
Desde que desapareció sin dejar rastro, los investigadores seguían todo tipo de pistas y por ello la hipótesis del homicidio no estaba descartada. Por eso mismo, personal de la División de Homicidios de la Policía de San Juan hace una semana atrás arribó a Rodeo para colaborar con la pesquisa.
El paradero del hombre de 54 años era todo un misterio porque en su domicilio habían encontrado sus documentos personales y hasta su teléfono celular, en un allanamiento que ordenó el juez a cargo de la instrucción del caso Javier Alonso, titular de la Segunda Circunscripción de San Juan.
La última vez que un testigo lo había visto fue el miércoles 27 de mayo, a unas pocas cuadras de la Comisaría 22º. Quienes prestaron testimonio en la justicia indicaron que se trataba de un hombre tranquilo, que nunca tuvo problemas con nadie, que jamás lo han visto pelear y que tampoco estuvo metido en algo raro.
Quiroga tenía un antecedente penal porque fue juzgado por el delito de tenencia ilegal de arma de fuego, cuando fue atrapado el pasado 2016 en el límite de Chile con un fusil. Según explicaron los investigadores, Rubén Quiroga y Sergio Cortez (que era secretario de Hacienda de la Municipalidad de Iglesia), volvían de Chile y personal de la Aduana les halló un fusil, el cual Rubén se hizo cargo y dijo que era de él. Por esta razón, el juez le dictó suspensión de juicio a prueba -probation-, trabajos comunitarios y medidas de comportamiento.
El testigo que lo vio ese miércoles dijo que estaba en buenas condiciones, cuando caminaba por la calle (en la zona céntrica de Rodeo) con su bicicleta al costado. Es por ello que, al principio de la búsqueda, en esas inmediaciones apareció un indicio pero luego los canes perdieron el rastro.