Hace ocho meses Mauricio Hernández fue a Buenos Aires, se puso en contacto con Roberto Esquina por la venta de un automóvil. Con la promesa de que tenía un comprador en la provincia, Hernández se trajo el Vento del bonaerense y el propietario nunca más lo vio. Durante todo este tiempo Roberto estuvo buscando su auto, que aún no aparece. Luego de que otra víctima denunciara que el mismo sujeto le llevó su Mercedes Benz, Esquina reconoció al señalado como estafador y dijo que fue la misma persona que lo engañó a él.
"Hace 8 meses vino a Buenos Aires, le presté el auto para que viaje y lo muestre a un comprador y nunca más apareció. Lo conocía de vista, le había comprado unos autos en Capital a unos compañeros.Tomé confianza y se llevó el auto, nunca más apareció", contó a Tiempo de San Juan el otro damnificado.
El auto sustraído es un Volkswagen Vento de color blanco, Esquina presume que anda por Mendoza, San Juan o San Luis. La patente del vehículo es AA-736-CW. "Lo publiqué en todas las redes y estoy a la espera que aparezca mi auto", agregó angustiado el estafado.
El caso anterior
Desde hace una semana que Darío Toledo, el damnificado, andaba buscando a Mauricio Hernández, ese agenciero de auto que le vendió un auto Mercedes Benz C200 y que, a los pocos días, le hizo el cuento: le pidió prestado el coche para hacer un trámite por la transferencia y desapareció con el rodado, de acuerdo a la denuncia. Toledo lo llamó reiteradas veces y no le contestó y, como transcurrieron los días, hizo la denuncia en la Sección Defraudaciones y Estafas de la Policía. Eso no sirvió de mucho porque trataron de localizar a Hernández, pero nadie sabía decir dónde estaba y tampoco tenían rastros del auto.
Toledo no se dio por vencido y empezó a hacer averiguaciones hasta que un conocido suyo le contó que Hernández andaba por la ciudad de San Luis con su Mercedes Benz. El damnificado viajó el sábado último a la capital de esa provincia. “No tenía idea dónde estaba, pero fui a ver si lo encontraba en algún lado. Di vueltas por todos lados. Estuve buscándolo durante 7 horas. Y cuando me iba a cenar a las doce y media de la noche –ya el domingo-, me lo crucé en el centro de San Luis cerca de la Plaza Pringles. Lo vi en el auto”, relato el damnificado.
Temiendo que se le escapara otra vez, se bajó de la camioneta en la que andaba y corrió por la calle para sorprender a Hernández. “No me había visto y dio la casualidad que estacionó. Ahí lo agarré. Me le metí por la ventanilla, le paré el auto y lo agarré a piñas limpias… Se lo tenía merecido”, contó Toledo, como haciendo catarsis.