Tras librar el pedido de captura del empresario radial, Rodolfo Ridao, acusado de agredir a su empleada, la locutora sanjuanina Claudia Vazquez, cuyo violento episodio quedó registrado al aire en la estación de radio donde la denunciante tenía un programa, el juez que interviene en el caso ordenó cinco allanamientos para dar con su paradero.
Personal policial llevó adelante los procedimientos simultáneos en diversos domicilios, aunque ninguno de ellos resultó positivo y por ello la Justicia desconoce dónde está el jefe denunciado por violencia de género y por violencia laboral.
El magistrado titular del Quinto Juzgado Correccional, Matías Parrón, ya solicitó a la Comisaría de la Mujer que la causa sea remitida a su juzgado, según informaron fuentes oficiales, las mismas que aseguraron que se está tramitando el pedido de eximición de prisión a pedido de la defensa de la persona denunciada, lo que ya había adelantado Tiempo de San Juan.
El pedido por el momento no ha sido resuelto por Parrón, hasta el mediodía de este jueves debido a que se encuentran en trámite las medidas que él mismo solicitó.
A través de su abogado, Elmo Migani, el empresario que buscan por cielo y tierra se defendió de las acusaciones y dijo que jamás golpeó a la denunciante, que estaba arrepentido por la forma en que trató a Vázquez y que se oyó en la FM, accidentalmente.
"Está muy mal con esta situación, se siente arrepentido por el exceso que tuvo con la denunciante y por eso le pide disculpas", expresó el abogado.
Todo ocurrió sobre el mediodía del lunes, cuando la locutora sanjuanina conducía su programa “Las Mañanitas de Bohemia” cuando fue agredida por Ridao, quien le interrumpió su programa a los gritos e insultos, incluso se escuchan algunos golpes. Esto salió al aire durante la tanda del programa y fueron los mismos oyentes los que dieron aviso a la Policía.
Luego de realizar la denuncia en la Comisaría de la Mujer, los médicos legistas constataron las lesiones, hematomas y rasguños, por lo que le dieron diez días de licencia por incapacidad a la locutora.