Por el juicio que se desarrolla en Flagrancia, para esclarecer el femicidio de Talía Recabarren ocurrido en 2016, el juez Jorge Toro y el fiscal Adolfo Díaz, junto a otros funcionarios judiciales, asistieron a la inspección ocular a la finca donde fue hallado el cuerpo sin vida de la joven zondina.
El objetivo de la visita a Las Moras, situada en Ruta 12 antes del ingreso al Camping Cerro Blanco, fue corroborar algunos pormenores en el lugar donde dejaron el cadáver, es decir cómo estaban esos restos, confirmar los croquis y determinar si ese fue el lugar donde la mataron o bien si la llevaron hasta allí.
"Siempre es importante ir al lugar del hecho, en las cercanías se encontró una prenda también. Sirve para armar el rompecabezas. El contacto directo es fundamental para tomar dimensiones más reales sobre los hechos que tuvieron lugar", sostuvo el representante del Ministerio Público.
Sobre si la mataron en las inmediaciones de la plantación de olivos, que con el tiempo fue mutando, o si la trasladaron allí sin signos vitales, Díaz señaló que tiene sus teorías pero prefirió reservarlas para luego volcarlas en el debate oral. "Es importante conocer si hubo huellas, marcas de neumáticos o de pisadas, si hubo arrastre o no, si coinciden algunos puntos del relato de los testigos y los peritajes que se hicieron", explicó.
Más de una hora, el equipo que participó del procedimiento -en un despliegue en el que operó personal policial- estuvo integrado por funcionarios judiciales que tomaron nota de los detalles de la zona, acompañados por el dueño de la finca.
La próxima audiencia sería el miércoles de la semana entrante, aunque aún no está confirmado, mientras se espera por su resolución ya encaminada. El médico forense Carlos Cantoni ofreció el informe de la autopsia, rigurosamente detallado pero claro y contundente, destacó el fiscal. A este testimonio, lo sindicaron como uno de los más importantes en el juicio.