Este lunes a la tarde se cumplió exactamente un año de la tragedia de Lautaro, el chico de 9 años que perdió la vida tras recibir una descarga eléctrica de un cable que colgaba de la línea del tendido público en El Mogote, Chimbas. El nene se estaba bañando en un canal con su abuelo cuando sufrió el inesperado accidente.
Era la tarde del domingo 18 de noviembre de 2018 y el “Taro”, como llamaban al pequeño Lautaro Bustos, se daba unos chapuzones y salía y volvía a tirarse al canal Benavidez, al costado de la avenida que lleva el mismo nombre y calle Oratorio, justo en frente del Club San Pedro. Junto a él estaba su abuelo Edmundo, que de tanto en tanto miraba al niño sin imaginar que el peligro no estaba en el agua. Porque de un momento a otro el niño salió del cauce y mientras corría o caminaba por la vereda, supuestamente tropezó y buscó sujetarse de algo para no caer, con tan mala suerte que agarró un cable que colgaba por entre las ramas de un árbol. Ahí recibió una fuerte descarga eléctrica que lo tiró a un costado.
Lautaro fue auxiliado por su abuelo y otras personas. Ya no respondía, pero igual lo subieron a un auto y lo trasladaron al Hospital Guillermo Rawson. Al arribar al nosocomio, confirmaron que el niño ya estaba muerto.
La Policía y los técnicos confirmaron que ese cable estaba electrificado y aparentemente se había cortado de un tramo del tendido del alumbrado público que pasa por frente al Club San Pedro. Los vecinos aseguraron que hacía días que eso estaba así e hicieron reclamos, pero nadie solucionó el problema y Lautaro perdió la vida en un hecho que era evitable.