La vida de Patricia Roca cambió de un momento a otro en cuestión de días. De la nada se convirtió en la mujer más solicitada por los medios sanjuaninos porque ella consiguió convertirse en la primera chofer de ambulancias de San Juan, profesión que siempre estuvo reservada para hombres. A pesar de que ya habló con varios periodistas, todavía siente nervios porque todo fue muy repentino.
El 1 de septiembre cumplió el sueño por el que luchó 17 años. Su primer día como chofer de ambulancia fue para el Hospital General Julieta Lanteri. Y lo empezó con todo, ese mismo día tuvo que salir de urgencia a la búsqueda de un paciente. Además de la prensa, a Patricia le escribió muchísima gente que no conoce. Sus redes explotaron de mensajes y muchos de ellos de mujeres: "Me mandaron mensajes muchas mujeres felicitándome, pero también diciéndome que no baje los brazos y que siga batallando por ellas que están sin trabajo. Fueron 17 años luchando para alcanzar este logro".
El camino para cumplir su sueño arrancó con la presentación de su CV en el hospital y al tiempo empezó como administrativa. Pero en agosto le avisaron que el 1 de septiembre iba a pasar a chofer. "Mi jefa me insistió hasta el último día para que me quede con ellos, pero se alegraron mucho por mi. El primer día que salí de emergencias, eran todos ellos sacándome fotos y dándome ánimo".
Patricia empezó una nueva vida, la que siempre quiso. Luchó durante 17 años, en los que aprendió de sacrificios y rebuscándosela para vivir con sus hijos. Fue chofer de taxi por muchísimo tiempo, conoció gente y la realidad de la "calle".
"El taxi, manejar un auto es mi cable a tierra". "El taxi, manejar un auto es mi cable a tierra".
Patricia además tiene un "don": es una gran maestra de manejo. La paciencia la caracteriza y tiene un método con el que asegura que en 7 clases los alumnos salen manejando. ayudará hasta que aprendas por lo menos lo básico. "Cada clase consiste de un tema distinto y no dura una hora o dos, no se termina hasta que lo aprendés. Así son todas las clases", dijo con humor.
A pesar de que ella cumple con guardias de 24 horas y siempre tiene que estar atenta por si la llaman, Patricia admite que seguirá dando clases. "Voy a seguir haciéndolo, acomodándome con mis tiempos", cerró la docente que pudo cumplir una meta más en la vida.