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SUSCRIBITEDe compañeros de primaria a socios en un emprendimiento que crece día a día. Emanuel Pérez y Gabriel González combinan oficio, amistad y la pasión por el diseño.
Desde la escuela primaria hasta el presente, la amistad entre Emanuel Pérez y Gabriel González ha resistido el paso del tiempo. Hoy, esa conexión se transformó en sociedad y motor de un emprendimiento en constante crecimiento: AG Amoblamientos González, una marca nacida del oficio, la experiencia y el deseo compartido de hacer las cosas a su manera.
Gabriel fue quien dio el primer paso, comenzando con trabajos en carpintería por su cuenta. Un par de años más tarde se sumó Emanuel, y aunque en ese entonces no pensaban en formar una empresa, ya estaban dando forma a lo que más adelante se convertiría en su proyecto de vida. “El primer mueble que hicimos fue un bajo mesada blanco para una casa en un barrio privado. Todavía no pensábamos en crear una marca, simplemente hacíamos lo que sabíamos hacer”, recuerda Emanuel.
Ambos venían de trabajos en el rubro, pero estaban cansados de la rutina y la falta de desafíos. Crear algo propio se convirtió en una motivación compartida. Gabriel buscaba libertad y nuevos retos. Emanuel, por su parte, necesitaba salir de un entorno laboral en el que sentía que no podía crecer.
La buena relación personal que los une desde chicos también fue clave para el éxito del emprendimiento. “Nos conocemos tanto que podemos entender cuándo el otro está teniendo un mal día. Eso evita conflictos personales”, explica Emanuel. A eso se suman las habilidades complementarias que aportan cada uno: mientras Gabriel se destaca en la resolución de problemas en plena obra, Emanuel aporta orden y organización en el taller, fundamentales para mantener todo en marcha.
Aunque las diferencias creativas son parte del proceso, ellos han aprendido a gestionarlas con madurez. “Siempre son temas de trabajo, distintas formas de hacer las cosas. Si algo está mal lo decimos, pero también destacamos lo que el otro hace bien para poder aprenderlo”, comentan. Esta mentalidad colaborativa les permite mejorar día a día, sin perder el foco.
Uno de los valores centrales de AG Amoblamientos es su enfoque personalizado. No siguen un estilo predeterminado, sino que buscan soluciones concretas para cada cliente, combinando funcionalidad y diseño. En muchos casos, sus propuestas ayudan a resolver problemas prácticos en los hogares, lo que les da una gran satisfacción.
Para ellos, la mayor recompensa no está solo en lo económico, sino en el reconocimiento del cliente. “Que alguien te diga que lo que hiciste le gustó y que le resolviste un problema, eso es lo mejor”, coinciden. Por eso, uno de sus mayores desafíos es mantener un flujo constante de trabajo, algo que enfrentan con dedicación, aprovechando redes sociales, contactos y el boca a boca para seguir activos.
Como consejo para quienes sueñan con emprender, Gabriel y Emanuel son claros: hacerlo en algo que verdaderamente les apasione. “No todo es fácil ni todo te va a gustar, pero cuando hacés lo que te gusta, no lo vivís como una carga. Te levantás con ganas.”
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