Para calibrar correctamente las chances de concretar esas insinuaciones de una unidad opositora casi absoluta como las que comienzan a orejearse, habrá que tener de aquí en adelante tres datos centrales.
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SUSCRIBITEPara calibrar correctamente las chances de concretar esas insinuaciones de una unidad opositora casi absoluta como las que comienzan a orejearse, habrá que tener de aquí en adelante tres datos centrales.
Uno, que hay un hombre clave en esta transición: Martín Turcumán. Dos, que hay un factor externo decisivo: el acople de Cambiemos y Milei en Buenos Aires. Tres, que la curva de posibilidades es ascendente por las fechas diferentes entre Nación y San Juan y por la ley local: cada día que pasa, más ilusionados están.
El contexto en el que se producen las operaciones por esas horas también es revelador. Hasta acá, hay un dibujo político de JxC liderado indisimulablemente por Marcelo Orrego y una posible oferta integrada también por el macrista Cáceres, el margarito Arancibia o el Bloquista Conti. Donde lo único que se discute con verdadero interés es si el buque insignia del espacio –el partido provincial Producción y Trabajo- irá sólo con la candidatura del diputado nacional santaluceño o añadirá otra por separado con el rivadaviense Fabián Martín.
Por cuerda separada hasta ahora corre el armado de Milei en San Juan, con una puerta de entrada y salida operada por mandato por José Peluc y una formación oficial integrada por su alfil Martín Turcumán, los cruzadistas de Avelín Nollens y los partidos nuevos de estirpe mileísta. Entre quienes se pelean por la palabra libertad en el nombre, se escuchó a alguien quejarse de que Yolanda Agüero, de reciente aceptación de su denominación, en cualquier momento veta a López y Planez por la repetición de libertad en el himno. Y con alguna fantasmal célula autómata no encuadrada en el esquema de Peluc-Milei con poder de fuego en cartelería para subirse el precio –Vallejo-, que de igual forma no le viene mal al león porteño más allá de si responde o no a los mandos de Peluc-Milei.
Eso hasta acá. Pero resulta que ahora comenzaron a florecer las chances de un acercamiento electoral entre ambos espacios, a la sombra de dos evidencias. El anuncio formal del adelanto de elecciones en San Juan, hizo que una eventual unión no resulte tan rechazado a nivel nacional. Y la fuerza que hace por lo bajo Martín Turcumán, quien por esas vueltas de la perinola quedó encuadrado en estructura de Milei, pero el corazoncito le tira por JxC.
De hecho, Turcumán fue candidato a gobernador por el macrismo, de donde salió espantado por una sonora ruptura con Eduardo Cáceres. Toda su familia y entorno está comprendida en ese espacio: no hace mucho se declaró referente local de López Murpby, hoy en Cambiemos. Tiene también algún vínculo familiar con el oficialismo, que también lo tironea. Con Milei está incómodo y se le nota desde lejos. Fuera de micrófocno, es el que más dispuesto aparece para armar un frente opositor unificado, más allá de su ex compañero de ruta Marcelo Arancibia, quien ya pegó el salto.
Ya hay interlocutores en el orreguismo que van limando las desconfianzas, con la venia del líder, y atravesar los obstáculos. Hay tres. El más importante, superar las resistencias de la Nación, supuestamente del propio Milei, para acordar con el macrismo. Pero se supo en la semana que hay negociaciones para a hacer confluir al candidato macrista con el de Milei en provincia de Buenos Aires para no perder contra Axel Kicillof. Santilli con Espert en la misma lista, según el propio diputado Martín Tetaz, quien reveló las negociaciones.
Razones de estrategia y de necesidad: ganar. Lo mismo que operaría en San Juan, con el beneficio de este lado que las elecciones son muy anticipadas –es decir, no el mismo día de la presidencial en la que Milei y el macrismo irían separados- y que además acá hay ley de lemas. Con lo que cada uno podría armar listas propias dentro de la misma agrupación. Importante seguir atento la negociación bonaerense entonces, que no tendrá resolución el mes que viene cuando se deba decidir si van juntos o separados en San Juan, pero el nivel de avance puede ser revelador.
El segundo obstáculo es el propio Peluc, que ya había sido el motivo por el que JxC vetó unirse a Consenso Ischigualasto, argumentando presuntos lazos del armador con el oficialismo. Y Peluc es quien regentea el partido cabecera de Milei en San Juan, ADN, al que pertenece Turcumán. Pero ya habría, según operadores de JxC, una venia para emparchar esas cicatrices.
El tercero es encontrar lugar para todos los que conforman el armado de Milei en San Juan. Difícil que todos se sientan atraídos por ganar espacio en competencia electoral. Pero en el campamento de JxC confían en que no hay mejor estímulo para esas gestiones para posibilidad de ganar. Y muchos no serán intendentes o gobernador, pero a lo mejor les gustaría ser ministros o cortistas. Se sabe que Orrego es y será particularmente receloso en eso de vender la piel del oso antes de cazarlo, habrá que ver si mantiene el criterio si eso resulta necesario para avanzar hacia el triunfo en los casos más duros.
Y uno más, éste de tipo estratégico: dejar libre a la derecha un espacio que ocupe otro. O alguno que no encuadre en el mandato de unirse a Jxc y entienda que por afuera hay más para ganar. Pero a esas especulaciones relacionadas con la conveniencia política real o no de unirse, aún nadie se las formula.
En el tanteo inicial ya aparecieron líneas de acción. La primera, según fuentes de JxC lanzada por el propio Turcumán, es cambiar el nombre de la agrupación política. Fue aprobado de inmediato, total el frente puede llamarse de cualquier modo, y luego montar un lema llamado Juntos por el Cambio y otro llamado La Libertad Avanza. Y a Milei decirle que no se juntan sino compiten, aprovechando el sistema. Total, Milei sólo aprobará si tiene motivos.
Ya hay especulaciones que se ensayan en las mesas de arena. Por ejemplo, si entra La Libertad Avanza como una agrupación, podría juntar la ropa con Arancibia nuevamente, y recrear el espacio que llevaron adelante en Consenso Ischigualasto. Los partidos de reciente creación de raíz mileísta podrán decidir si van con esa fórmula como postulantes a otros cargos –diputados, concejales o intendentes- o si presentan un lema completo con candidato a gobernador y 10 departamentos, también con aval de Milei. La Cruzada también puede abrir un lema propio.
Del lado de lo que hoy es Juntos por el Cambio, se simplificaría todo con una fórmula entre Orrego y Martín, en lugar de pensar en una con cada uno. Y también podría ocurrir que se baje Eduardo Cáceres como candidato a gobernador, un lugar al que nunca se subió formalmente pero al que apunta claramente con su campaña de alto voltaje y perfil bien definido.
Aspira a convocar a todo el electorado más duro. Ahora si aparece una fórmula de Milei en el equipo, podrá redundar. Otra forma de reaccionar sería inaugurar un lema del PRO exclusivo, donde el macrismo podría reunir a todos los candidatos en los departamentos que tienen. Que son muchos, y en varios lugares con posibilidades. Total, estarían aportando igual en la suma final de la eventual agrupación opositora. Además, es una fuerza nacional que tiene a los dos principales candidatos a presidente (Larreta y Bullrich), por lo que el armado local casi que se impone.
Las negociaciones avanzan, despejando la hojarasca de lo que ellos mismos puedan aceptar en público. Si coronan o no, dependerá de la muñeca que empleen y lo que cada uno esté dispuesto a ceder. Y de que alguien de afuera no corte la línea de suministros, como en cualquier batalla. Tiempo, no hay mucho: hasta el 23 de febrero, cuando deban inscribir alianzas en el primer cierre del calendario.
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