La madre superiora del convento de las Carmelitas Descalzas de Nogoyá, en la provincia de Entre Ríos, fue imputada por el delito de "privación ilegítima de la libertad" tras la denuncia de dos monjas que incluía presuntos tormentos físicos y psicológicos, y el allanamiento del establecimiento religioso.
El fiscal de Nogoyá, Federico Uriburu, decidió imputar este a la hermana María Isabel y la indagará el próximo miércoles, reveló el portal Análisis Digital.
Según trascendió, fueron determinantes las declaraciones de las dos ex carmelitas en cuanto a los excesos cometidos en el convento, como así también la actitud de la religiosa de prohibir sistemáticamente la salida de las jóvenes de la congregación.
Ambas declararon por casi seis horas en Tribunales este viernes y no solamente ratificaron todo lo denunciado por la revista Análisis en su última edición, en cuanto al uso de cilicios, látigos, mordazas y el padecimiento de humillaciones y mortificaciones, según informó el portal Análisis Digital.
Además ampliaron numerosos detalles sobre sus traumáticas vivencias en el convento, durante diez años una de ellas y la otra por más de dos décadas, y en especial en el período en que se hizo cargo la hermana María Isabel, cuya identidad real es Luisa Toledo.
También declararon varios de los policías que participaron del allanamiento al convento, el jueves pasado, después de la actuación de oficio de la justicia, tras el informe periodístico y la mayoría de ellos habría revelado incluso la serie de amenazas proferidas por la madre superiora al momento de la diligencia en la dependencia religiosa, en la que fueron incautados los cilicios, látigos y las mordazas de castigo.
El fiscal analiza la posibilidad de imputarle también los delitos de "tormentos" o "torturas", como así también "reducción a la servidumbre".
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