Daniel Zalazar corrió la misma suerte que Damián Minati, y Roque Arroyo, los quisieron linchar en la cárcel y debieron ser trasladados de pabellón en la cárcel Boulogne Sur Mer para evitar que les dieran una paliza de muerte.
Minati es el acusado del asesinato de Janet Zapata, el hombre le habría pagado a otros dos sujetos para que cometieran el crimen, y cuando quedó detenido se produjo un disturbio en el penal y le desfiguraron el rostro y le rajaron la boca.
En tanto que a Arroyo, primero quisieron lincharlo los mismos vecinos antes de que la policía diera con él, luego de que asesinara a Ayelén, su hija. Luego se salvó de ser linchado porque al ingresar poco después de Minati, los oficiales resguardaron su integridad, aunque aseguraron que en el pabellón 18, en donde alojan a los presos que corren peligro de ser víctimas en manos de otros internos, tampoco quedarían libres de una posible "paliza" porque la conmoción es muy grande y en el penal ya no hay lugar para alojar a los presos en solitario.
En tanto que a Zalazar lo quisieron agredir y debió ser trasladado a un pabellón de máxima seguridad para su resguardo.