Con solo 18 años, Maira García vivió un infierno, pudo salir y vive para contarlo. Cristian Romero Gamarra, el hombre acusado de secuestrarla, sacarla del país y maltratarla fue detenido y está a disposición de la justicia de Paraguay. La chica estuvo cautiva un mes y medio en la villa La Emboscada, de Asunción. Gracias al celular de una vecina, le mandó un mensaje por Facebook a su mamá.
El operativo de la división Trata de Personas de la policía de La Pampa llegó hasta Paraguay para rescatar a Maira de las garras de su expareja, un hombre con antecedentes en ese país por delitos contra la propiedad. Se conocieron en Santa Rosa, donde Romero Gamarra había llegado por trabajo.
La relación empezó en diciembre. En marzo, se mudaron a Buenos Aires y ahí empezó el calvario. Pudo escaparse en junio por primera vez y volvió a su provincia pero la odisea no terminó. El hombre la fue a buscar y la amenazó con hacerle daño a su familia. "Me fui amenazada a Paraguay."
Pese al terror y con la esperanza de escapar del horror, Maira se animó a pedir ayuda. "Sabía que en algun momento me iba a pasar algo por eso tenía planeado escaparme, me iba a arriesgar".
Luis Roberto, uno de los policías que participó del operativo de rescate, dialogó con ella al aire de TN. Contó que el momento "fue muy emocionante" porque todos los agentes "tenemos hijos, muchos de la edad de Maira y no estamos ajenos a que nos ocurra una situación de este tipo".
La chica además se emocionó al hablar de una mujer policía que estuvo en el momento de la liberación. "Ella me dijo que iba a ser mi hermana y me iba a cuidar. Su papel fue más allá de la profesión. Todos se portaron muy bien conmigo".
A las chicas que están viviendo una situación como la que a ella le tocó vivir, Maira les dejó un mensaje: "Yo solo les digo que se arriesguen porque cuando estás en esas condiciones pensás lo peor: que te maten, que te vendan o que te abusen".
Los investigadores sospechan que el destino de la chica era ser vendida a una red de trata de personas y su cautiverio era un "ablande", un escalón previo. Maira contó que sufrió "maltratos físicos y psicológicos" por parte de Gamarra.
Su vida "es un antes y un después", según sus propias palabras. Está viva, con su familia y puede contarlo.
Fuente: TN