"Me dijeron que si no retiraba la denuncia, me prostituirían en el exterior", relató Devorah sobre su infierno, desencadenado por la ira de su ex pareja y de los seres queridos de éste. En las últimas horas la joven fue atacada salvajemente por un grupo de personas allegadas a su ex novio, a quien ella denunció por agresiones y abuso sexual. Por esta razón, mientras el sujeto permanece en prisión por homicidio, su familia prometió venganza.
En el barrio Abasto, de la ciudad de Santa Fe, Devorah, de 19 años conoció hace dos años a "El Pitu", un sujeto de frondosos antecedentes que supo conquistar su corazón.
Sin embargo, a las tres semanas de iniciar la convivencia el sujeto de nombre Ramón, de 24 años, fue detenido y derivado al penal de Las Flores por homicidio. Durante el noviazgo, la sometió a sucesivas golpizas pero "yo no lo denunciaba porque la familia me tenía esclavizada".
En este sentido, la joven reveló a "Crónica" que "ellos me encerraban, no me dejaban salir a la calle ni tampoco comunicarme con mi familia. Además, me obligaban a estar con el hijo".
Forzada por el círculo íntimo de "El Pitu", Devorah lo visitó a la unidad carcelaria el pasado 2 de octubre. El encuentro tuvo lugar en la celda, delante de los compañeros de su ex pareja, quienes con sábanas y subiendo el volumen de la música lograron que sus ruegos no fueran escuchados por los guardiacárceles, puesto que Ramón la recibió a los gritos, reprochándole que "no iba a estar con nadie, que sólo era de él. Inmediatamente me pegó y luego me violó".
Ante semejante calvario, la joven no dudó en realizar la denuncia, aunque ello profundizó aún más su tormento dado que en la noche del jueves fue interceptada por un vehículo cuando se dirigía a la casa de una amiga, en busca de refugio. "Me tajearon la cara, las orejas y el cuello. Pero empecé a gritar y salió un vecino en ayuda, entonces escaparon", relató Devorah.
No obstante, a las pocas horas, las amenazas continuaron por parte de la progenitora de "El Pitu", quien le aseguró que "o me matan o me meten en un auto y me llevan a trabajar de prostituta afuera".
En consecuencia, nuevamente alertó a las autoridades policiales, pero hasta el momento sólo cuenta con un botón antipánico, sin custodia policial, lo cual motiva a que los agresores continúen al acecho, en las inmediaciones de su domicilio actual.
(Fuente: Crónica)