Daniel Zalazar es el nombre que adoptó el diablo esta vez. El hombre, instructor de Artes marciales, de 30 años de edad, desató una verdadera carnicería en un domicilio del barrio Trapiche, en Godoy Cruz, provincia de Mendoza, cuando asesinó a su pareja, su suegra, su cuñada y apuñaló a su hija de 7 meses, fruto de la relación con su mujer.
Luego, el despiadado asesino se dio a la fuga, ya que al llegar al lugar, la policía mendocina no lo encontró en su casa. Un nene de once años fue el único testigo directo de la masacre y fue quién alertó al 911.
Tras el crimen, Zalazar huyó en un VW Gol color gris, chocado. Vestía una remera blanca, totalmente ensangrentada. Se dirigió al hospital Central para ser asistido, donde fue arrestado por la Policía.
(Fuente: Crónica Web)