Parece una historia salida de la mismísima ficción, pero en realidad sucede en Córdoba. Todo comenzó el sábado por la tarde cuando dos jóvenes, de 20 y 24 años, fueron interceptados por un patrullero policial mientras caminaban por la ruta de las Altas Cumbres acompañados de una adolescente de 17 años, dos nenes de 12 y 6 años y un bebé. A los efectivos no les cerró la historia, se pusieron en contacto con un familiar y fueron entregados. En ese instante, los jóvenes habrían confesado lo que nadie esperaba: ambos habían matado a su madre y a su tía.
La presunta confesión de Ismael Castro, el joven de 20 años de la ciudad de Córdoba aun estremece. Cuando la Policía llegó este domingo hasta su domicilio del barrio Autódromo, en el noroeste de la capital provincial, admitió ante los efectivos que, junto a Esteban, su hermano mayor de 24 años, fueron los autores del salvaje doble crimen de su mamá y su tía, Esther (41) y Sara Castro (39) a quienes supuestamente asesinaron, descuartizaron y arrojaron en un pozo profundo ubicado en la parte trasera de la casa.
Los sospechosos quedaron detenidos y, luego de casi 48 horas de búsqueda, finalmente uno de los cuerpos fue encontrado esta mañana. El hallazgo del otro cuerpo, según adelantaron fuentes judiciales a Infobae, se produjo horas después en el pozo de la casa. Casi todo lo que rodea al doble crimen es un misterio.
Castro confesó que además de asesinar a las mujeres, las descuartizaron y luego las habían arrojado en un aljibe viejo, en el fondo de la vivienda. Tras el hallazgo de los cuerpos no hubo precisiones.
Sólo era cuestión de tiempo hasta encontrar los restos. Pocos antes de las 11 de este martes, finalmente se confirmó el hallazgo de uno de ellos. Pasadas las 14, dieron con el otro cadáver.
Ambos jóvenes quedaron imputados por doble homicidio calificado, pero aun no declararon.