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Alerta

Como Torraga en San Juan: casi 100 personas murieron en Turquía por consumir alcohol adulterado

La mayoría de los casos fatales son por una versión tóxica del raki, un licor anisado. En San Juan, hace 31 años, un lote de vino adulterado causó la muerte de 29 personas en todo el país.

Por Redacción Tiempo de San Juan

Las autoridades de Turquía están en suma alerta durante las últimas semanas. En sólo 72 horas y sólo en Estambul más de 30 personas murieron y otras casi 50 debieron ser hospitalizadas por el consumo de alcohol adulterado, muchas de ellas en cuidados intensivos. En 2024, 110 personas fueron víctimas fatales del fenómeno, aunque durante las últimas dos semanas del año fueron 68 las muertes.

La bebida que más se adultera es el raki, un licor anisado popular en Turquía, y el principal activo tóxico es el metanol, un alcohol sintético que se usa, en realidad, como combustible o solvente. Es por eso que el gobierno de Recep Tayyip Erdogan lleva a cabo el Operativo Alcohol a lo largo de todo el país, con allanamientos para el decomisado de partidas de alcohol adulterado y productores de tales partidas que llevan a los agentes hasta la frontera con Siria.

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Distintas marcas de Raki, el licor anisado que es la bebida nacional de Turquía y la más adulterada.

Distintas marcas de Raki, el licor anisado que es la bebida nacional de Turquía y la más adulterada.

La prensa local señala que el aumento del contrabando y consumo se debe al incremento paulatino de los impuestos con que el gobierno de Erdogan (a quien se le sindica la voluntad de islamizar la sociedad turca) grava las bebidas alcohólicas, con la voluntad de desanimar el consumo. En ocasiones, casi tres cuartas partes del valor de una bebida representan impuestos.

Un litro de raki, que es una bebida popular, oscila entre los 40 dólares tras el aumento de los impuestos; otras bebidas aumentaron casi 200% su valor. Hace menos de cinco años, Turquía se posicionaba como el cuarto país con mayores gravámenes a las bebidas alcohólicas, detrás de Suecia, Finlandia e Irlanda; pero con la implementación en 2022 de una Tasa Especial al Consumo de Alcohol, que aumentó paulatinamente, una porción cada vez mayor de la población se decantó al consumo de bebida contrabandeadas.

Así se conformó un negocio más que rentable para contrabandistas no sólo turcos sino de la región de Medio Oriente, principalmente desde Siria, donde el consumo de alcohol está vedado, y por ende toda producción está pensada para la exportación, aún ilegal.

Por ello es que las provincias de Antakya o de Mersin son observadas con puntillosidad por las autoridades, dado que pueden considerarse zonas de paso de partidas truchas que luego culminen vendidas y consumidas en las principales ciudades, más al oeste del país, como Ankara (la capital) o la misma Estambul.

Torraga, la trágica historia de los vinos adulterados en San Juan

Algo similar ocurrió en San Juan en el año 1993. Se trata del conocido caso Torraga, que implicó la comercialización de vino envenenado.

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Fue el domingo 21 de febrero de 1993 cuando una reunión familiar en una casa de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires, terminó con la muerte de seis personas, entre ellas una embarazada, como consecuencia de haber brindado con vinos de las marcas “Soy Cuyano” y “Mansero”. Murieron 29 personas en todo el país y otras tantas quedaron con daños neurológicos severos.

A fines de 1992 Arnaldo Mario Torraga, dueño de la bodega Nietos de Gonzalo Torraga S.A, agregó alcohol metílico en los vinos que vendía en damajuanas bajo las marcas Mansero y Soy Cuyano. El objetivo era “estirar” el producto pero que mantuviera la graduación alcohólica mínima autorizada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

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El juicio por el envenenamiento masivo fue en junio de 1996. La Justicia Federal condenó a Mario Arnoldo Torraga a 15 años de prisión.

A la hora de los juicios civiles, los responsables de las 29 muertes -registradas en Buenos Aires, Misiones. Corrientes y Entre Ríos- tuvieron una circunstancia muy a su favor. "Mansero" y "Soy Cuyano" se vendían en damajuanas de 4,5 litros a 3,5 pesos. Prácticamente eran los vinos más baratos del mercado. A ellos accedía una parte de la población de muy bajos recursos, recursos que también hacen falta para sobrevivir con una demanda en la Justicia.

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