Uno de los grandes misterios de la ciencia médica es saber qué ocurre exactamente en nuestro cerebro justo antes de morir. Pues bien, Anna Stone, neurocientífica de 38 años y con dos hijos, estuvo apunto de morir en 2016, ya que estuvo clínicamente muerta durante seis minutos. Ha contado su experiencia a Daily Mail.
Anna Stone comenzó revelando lo que recuerda antes de llegar al hospital: “Tuve mi ciclo menstrual mensual y no se detuvo. Hice una broma y dije: 'Creo que me estoy desangrando'. Y eso es lo último que recuerdo haber dicho antes de despertarme en una ambulancia”. "Lo siguiente que vi fue en una cama de hospital. Me invadió una sensación que solo puedo describir: sabía que me estaba muriendo", añadió.
De esta forma, Stone prosiguió explicando la sensación que tuvo en ese momento: “Sentia que me estaba muriendo y sentí que iba a explotar. Era demasiado. No podía soportarlo. De repente, salí disparada de mi cuerpo. Recuerdo escuchar los latidos de mi corazón en la máquina y veía al equipo médico intentando reanimarme”.
En ese instante pensó en su hija mayor y dijo que fue transportada a donde estaba en ese momento, además, dijo que se dio cuenta que su muerte dejaría a su hija huérfana, entonces pensó en su otra hija, que estaba en la sala de espera del hospital, lugar al donde fue tambien fue transportada.
Anna Stone prosiguió relatando lo que ocurrió a posteriori: “Regresé a la habitación del hospital al mismo tiempo que me hacían compresiones en el pecho. Antes de regresar a mi cuerpo, viajé a un reino blanco donde todo era increíblemente brillante y ya allí recuperé mi conciencia”.
De la misma manera, se dio cuenta que no tenía cuerpo, convirtiéndose en una forma inmensa que llenaba el espacio: “Podría haber abrazado al planeta entero si hubiera querido”. Y para finalizar, reveló que se acercaba otra persona totalmente diferente a ella, más guapa y menos arrugada, viendo un túnel y a posteriori, ingresando a su cuerpo a través de su ombligo, diciendo que “le dolió muchísimo”.