A fines de febrero el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, compartió en sus redes sociales el traslado de los primeros 2.000 pandilleros a la megacárcel que construyeron en el país para albergar 40.000 reos. Tras el “éxito” que tuvo la vitalización del operativo, utilizó el mismo canal para comunicar un nuevo traslado sucedido días atrás.
“Este día, en un nuevo operativo, trasladamos al segundo grupo de 2.000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Con esto, ya son 4,000 pandilleros los que habitan la cárcel más criticada del mundo”, publicó sin rodeos Bukele. Sucede que mientras un gran porcentaje de la población aplaude la iniciativa asumida por el mandatario, fuera de las fronteras salvadoreñas el trato hacia los pandilleros recibió varias críticas; algunas de las cuales fueron tomadas por el presidente.
https://twitter.com/nayibbukele/status/1636074901684494337
En uno de los posteos del presidente fue muy duro e incluso sarcástico con una publicación del diario El País América. “¿Con el torso desnudo? ¿Están diciendo que la malvada dictadura no le pone trajes de etiqueta a los presos? ¿Descalzos? ¡Ahorita mismo sacamos del presupuesto del hospital de niños para comprarles zapatos! ¿Qué marca creen que estaría bien?”, escribió, respondiendo a la publicación del diario donde ponían foco en la modalidad de traslado.
https://twitter.com/nayibbukele/status/1636498971030958086
La cárcel de El Salvador fue inaugurado a principios de febrero, a 74 kilómetros al sureste de San Salvador. Además de ser un confinamiento de enormes dimensiones, dotada con alta tecnología, también destaca por sus rigurosos controles de ingreso.
El establecimiento penitenciario se levantó con parte de la “guerra contra las pandillas” declarada por Bukele, ya que El Salvador es considerado uno de los países más violentos de América, especialmente por la acción de las pandillas conocidas como Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18. En 2015 el país había alcanzado un récord criminal con una tasa de 105 homicidios por cada 100.000 habitantes. Pero el año pasado El Salvador se ubicó como el país menos violento de la región con una tasa de 17,6 homicidios por cada 100.000 habitantes.