El mapa industrial argentino, y ¿qué papel juega San Juan?
Un informe de Fundar revela que la producción industrial argentina está más concentrada que nunca, pero San Juan logra destacarse entre los grandes polos.
San Juan se ubica entre las diez provincias con mayor peso industrial de Argentina, según un estudio de Fundar que analizó la estructura productiva nacional.
San Juan logró meterse en el top 10 de las provincias con mayor peso industrial de la Argentina, según un informe reciente de Fundar, elaborado con datos de Argendata. La industria aquí representa el 16,7% del producto bruto provincial, ubicando a San Juan en el noveno lugar del ranking nacional, por encima de Entre Ríos y apenas detrás de Misiones.
El dato de San Juan cobra relevancia en un país donde la producción manufacturera está fuertemente concentrada en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. En ese contexto, esta provincia aparece como una excepción del interior, con una base industrial diversificada que incluye ramas agroindustriales, metalmecánicas, químicas y mineras.
Un país con industria concentrada
Ranking industria
La nueva radiografía de la industria argentina elaborada por la fundación dirigida por Sebastián Ceria, muestra que la mayor parte del PBI industrial se genera en pocas jurisdicciones.
La provincia de Buenos Aires concentra el 49% del total, seguida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (12%), Santa Fe (10%) y Córdoba (8%), que en conjunto explican el 80% de toda la producción industrial nacional.
El informe indica que esta distribución responde a factores históricos, logísticos y económicos que se consolidaron desde mediados del siglo XX, cuando el modelo de sustitución de importaciones incentivó a las empresas a instalarse cerca de los grandes centros urbanos. También influyó en algunas jurisdicciones la sanción de leyes promocionales para la radiación de industrias, como sucedió en los años ochenta en San Juan. Pero se las llamó industrias “con rueditas” porque al terminar los regímenes promocionales se fueron, volviendo a los grandes centros urbanos.
Las diferencias entre provincias
peso de la industria por provincias
El ranking de Fundar ubica a San Luis, Buenos Aires, Tierra del Fuego, Santa Fe, Mendoza, La Rioja, Córdoba, Misiones, San Juan y Entre Ríos como las provincias más industrializadas del país.
En San Luis, la industria representa el 37% de su producto provincial, mientras que en Buenos Aires alcanza el 30%. En contraste, Santa Cruz y Neuquén apenas registran una participación industrial del 2,7% y 4,7%, respectivamente, debido a su dependencia de la extracción de hidrocarburos y minería. San Juan se ubica con una participación industrial del 16,7%.
Las diferencias reflejan las dificultades que enfrentan muchas provincias para transformar sus recursos naturales en productos de mayor valor agregado. Los altos costos logísticos y la falta de infraestructura y de trenes siguen siendo una barrera clave para la expansión de la industria en regiones alejadas de los grandes centros urbanos.
Un siglo de cambios
El estudio también desgrana como cambio el mapa productivo en el último siglo. En 1913, la Ciudad de Buenos Aires concentraba el 37% de la industria nacional, mientras que la provincia bonaerense apenas el 24%.
Hoy, esa relación se invirtió completamente: la provincia de Buenos Aires lidera con el 49%, y la capital retrocedió al 12%.
Durante la segunda mitad del siglo XX, Córdoba se consolidó como tercer polo industrial, de la mano del complejo automotriz y metalmecánico.
Las políticas de promoción industrial, aplicadas desde los años ‘70, también cambiaron el mapa: Tierra del Fuego, San Luis, Catamarca, La Rioja y San Juan lograron atraer inversiones fabriles y diversificar su estructura productiva.
Salarios
El estudio también destaca que la industria argentina no es un bloque homogéneo, sobre todo en cuanto a los salarios se refiere. En promedio, los trabajadores industriales formales ganan 17% más que el resto de los asalariados privados, aunque la brecha varía según el rubro.
Los salarios más altos se concentran en refinación de petróleo, industria química, metales comunes y automotriz, mientras que los más bajos corresponden a madera, calzado y confección.
Estas diferencias responden a los distintos niveles de productividad, capital, tecnología y peso sindical de cada rama.