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SUSCRIBITECuántos empleados trabajan de forma directa, indirecta y como proveedores. Las opciones que se manejan: desde la venta de una parte de la clínica hasta el traslado al Hospital Privado.
El anuncio del posible cierre del CIMYN (Centro Integral de la Mujer y el Niño) por parte del Colegio Médico sigue generando preocupación, y en el caso de los trabajadores, por estas horas no saben qué será de sus futuros laborales. Con conciliación obligatoria dictada por la Subsecretaría de Trabajo de por medio, hay varias opciones en danza, entre ellas la venta de una parte de la institución.
El sanatorio, ubicado en calle Catamarca esquina San Luis, es un policlínico que cubre varias especialidades, como neonatología, pediatría, ginecología, obstetricia, consultorio clínico, guardia pediátrica, consultorios externos, terapia neonatal, terapia intensiva de adultos y cirugía general. Si bien comenzó siendo un centro abocado a la salud de la mujer y al niño, fue mutando con el paso de los años conforme a la demanda de la sociedad que así lo requería, adoptando la estructura actual en el 2017.
De acuerdo a los datos que maneja el presidente del Colegio Médico, Carlos Bordes, el CIMYN hoy en día tiene 130 trabajadores de manera directa, entre enfermeros, administrativos, médicos y el recurso humano necesario para el funcionamiento del lugar. Pero a ese centenar de personas se deben sumar unas 100 personas más que prestan servicios tercerizados o son proveedores, siendo trabajadores indirectos.
Gran parte de esos empleados directos son afiliados de ATSA, es por este motivo que el gremio fue el primero en reclamar al enterarse sobre el posible cierre del sanatorio por medio de un comunicado.
Dentro del CIMYN hay 70 camas en total y en promedio la ocupación suele rondar entre el 70% y el 100%. De acuerdo a los datos suministrados por el Colegio Médico, el costo de una internación en terapia intensiva adulto ronda los $480.000. “Es importante que se entienda que muchas veces se puede tener el 100% de ocupación y ser deficitario, porque no alcanzan los valores que pagan por esa ocupación”, destacó Bordes.
Al ser el segundo centro de maternidad privado más grande de San Juan, la probabilidad de su cierre definitivo genera preocupación. Si bien Bordes aseguró a este medio que hay interesados en invertir o comprar parte de la clínica, hay un "Plan B" que está dando vueltas para que el Colegio Médico no pierda una de sus instituciones icónicas.
“Tenemos dos sanatorios, porque el Hospital Privado es del Colegio Médico. Llegado el caso, roguemos que no llegue y tenemos fe que no va a llegar, pero si tenemos que cerrar el CIMYN, una de las alternativas es unificar en un sanatorio y reestructurar éste para darle alguna funcionalidad”, explicó Bordes.
El profesional destacó que por el momento es una idea que se está barajando, pero no está definido cómo será el plan de migración, ni cuántas camas pasaran a ser parte del Hospital Privado y sobre todo qué masa de trabajadores se absorberá en la nueva estructura y qué porcentaje quedará afuera. “Sin duda va a haber gente que se va a quedar sin trabajo si se hace realidad esto, pero es un lugar al que no queremos llegar”, remarcó Bordes.
Pese al optimismo, la máxima autoridad del Colegio Médico señaló que, en caso de no encontrar una vía de solución, los cambios radicales se aplicarán en el corto plazo. “Creo que, si no hay ningún tipo de cambio, en dos meses tomaríamos como opción el plan de contingencia para mudar parte de la estructura al Privado”, finalizó Bordes.