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SUSCRIBITEEs el tambo más grande de San Juan y uno de los pocos que se mantiene en pie, sosteniendo la actividad que en su momento supo ser auspiciosa. Los desafíos actuales y el sueño de seguir produciendo.
Fotografía: Mariano Martín
En San Juan hay 7 tambos en actividad, de acuerdo a lo que precisan desde la Dirección Agropecuaria. Ninguno de ellos llega a tener una producción que permita exportar y del total existente, Don Francisco es el más grande. Ubicado en Caucete, lleva 30 años existiendo y subsistiendo en un contexto donde los vientos no corren todo el tiempo a favor.
Tiempo de San Juan llegó hasta el tambo ubicado unos kilómetros antes del ingreso a Villa Independencia, por Ruta 20, Caucete. El mismo es conducido por Antonio Márquez, quien inició con el negocio que hoy en día comparte con su hijo Emiliano y da trabajo a alrededor de 10 familias.
Recorriendo los corrales donde se encuentran los animales de cría y las vacas, quienes juegan un rol principal en el tambo, Márquez recuerda los inicios del negocio familiar. Todo comenzó en los `90. Con un padre relacionado a la actividad vitivinícola, Antonio apostó al campo, pero desde otro rubro, inclinándose por la producción de leche.
“Iniciamos con una sola vaca. No sabíamos casi nada cuando arrancamos”, dijo Antonio mientras admira ahora la veintena de vacas que se encuentran alimentándose en uno de los corrales.
Con el paso de los años no solo se fueron profesionalizando y creciendo, sino que también dieron un viraje en la producción. Ya no era solo leche. Levantaron una pequeña fábrica que hasta la actualidad produce distintas variedades de quesos y hasta yogurt, lo que le permite al emprendimiento continuar existiendo pese a las adversidades que viene atravesando el sector desde hace tiempo.
Márquez no recuerda con exactitud la cantidad, pero varios colegas tuvieron que “bajar la persiana” -como se dice para hacer referencia a un espacio que deja de producir-. Los altos costos a enfrentar a la hora de pagar servicios, la sequía que se traduce en menos alimentación con elevados precios, el problema de liquidación de cheques y el acortamiento de plazos que se dio el año pasado en medio de la incertidumbre inflacionaria fueron los principales factores que golpearon al sector.
Para tener una idea de la reducción del sector, en el 2020 había 15 tambos funcionando en la provincia y producían alrededor de 10.000 litros de leche diarios, según detallaba la Dirección de Desarrollo Pecuario. Incluso fue noticia la actividad porque había registrado un crecimiento del 25%.
Actualmente hay seis trabajando bajo una cooperativa y uno más en Pocito. Para graficar la reducción de la producción, Don Francisco por ejemplo pasó de 5.000 litros diarios el año pasado a 3.000 litros este año, además de tener que vender animales para no generar pérdidas.
San Juan no es fuerte en la producción de lácteos y competir con otras provincias no es hoy en día una opción, por ello la producción por lo general queda dentro de las fronteras provinciales.
En la fábrica destinada a la elaboración de quesos y lácteos se trabajan distintas variedades, entre ellas tybo, cremoso, mozzarella, ricota entre otros. Cada una de ellas tiene su tiempo de estación, y actualmente están innovando en una línea de quesos saborizados.
Antonio reconoce que el depósito, al lado de los piletones de salado, no está al 100%, pero agradece la clientela que actualmente continúa apostando al producto local. “Muchos de nuestros quesos llegan a restoranes, por ejemplo, y los usan en las comidas”, acota con orgullo.
Hoy en día el tambo se sostiene con 400 animales, entre vacas secas, los planteles de ordeñes y crías. Además de la actividad en fábrica recibe a visitantes y alumnos de distintas escuelas que llegan para tomar contacto con el trabajo de campo, que arranca con el primer ordeñe a las 4 de la madrugada y se extiende hasta las 18 horas.
“Es una actividad de todos los días, una actividad que no para nunca. Creo que lo que hacemos hoy es un producto artesanal, muy natural y bien visto en la provincia. Vendemos toda nuestra producción y me gustaría hacer una línea de quesos más chicos para llegar al turismo y seguir existiendo”, finalizó Antonio Márquez.
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