Hincha y bien marcado el sentido de pertenencia. Lucrecia Aguilera juega al fútbol desde que tiene uso de razón y siempre fue el club zondino. Su nombre estuvo plasmado años y años en la lista de los partidos y se fue haciendo su lugar para que hoy la tilden de histórica y ejemplo. A sus 37 años colgó los botines para poder seguir cumpliendo con su función en la fuerza.
El fútbol está lleno de historias. Algunas se ven a simple vista y otras se camuflan entre tantas y pasan desapercibidas. El Club Sportivo Sarmiento no pasó por arriba la historia de Lucrecia, quien le dio tantos lindos años de su fútbol a la institución.
"Juego al fútbol desde que tengo uso de razón. Desde pequeña ya lo hacía en los recreos y en Sarmiento empecé desde los ocho años con las inferiores masculinas", destacó la futbolista.
Lucrecia tiene 37 años, siete hermanos y todos la conocen por la "La Beba". Pasó sus mejores años en el fútbol y ahora cumple funciones como policía de la provincia de San Juan. La rutina empezó a ser corta para poder dividir sus tiempos y decidió colgar los botines.
Lucrecia también jugó en Palermo Sport Club, dónde ganó innumerables torneos locales y nacionales
"Sarmiento me dio una infancia muy feliz, siempre estoy agradecía a mis abuelos que me hicieron hinchas del club, a mis papás y a mis hermanos. El club me dio la oportunidad de vivir del fútbol en su mejor época, con toda la inocencia y el sentimiento puro hacia el fútbol", afirmó Aguilera, la histórica jugadora de Sarmiento femenino.
El club zondino despidió a la "Beba" a lo grande y la inmortalizó como una referente en el fútbol femenino
Además, en su cabeza no sólo juega su infancia sino el sentido de pertenencia por los colores y la institución: "Desde niña estoy en el club y lo hacía hasta que se terminaba la luz del día. Tuve a los mejores amigos de mi infancia y mucha gente que me enseñó muchos valores de la vida. Sarmiento me dió todo lo que necesite para disfrutar de este deporte a lo grande".
Siento tanto por los colores rojo y blanco, porque se lo debo a mis abuelos y a mis padres. En cada generación el apellido estuvo presente Siento tanto por los colores rojo y blanco, porque se lo debo a mis abuelos y a mis padres. En cada generación el apellido estuvo presente
Con el correr de los años, la rutina de futbolista y su profesión como policía empezó a pesar y los tiempos ya eran menos para poder seguir dedicándose de lleno a lo que más le gustaba, que era el fútbol y las tardes en el club Sarmiento. Ante eso, expresó: "Empezó a hacerse más difícil todo y a dedicarme cien por ciento al fútbol, como antes. Poco a poco me fui alejando o no dándole el tiempo necesario para poder desarrollarlo de la mejor manera".
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Lucrecia, a la izquierda de la foto
Entre sus recuerdos, la jugadora destaca uno de sus mayores logros con esta camiseta y se remota al 2018 cuando quemando sus últimos cartuchos pudo arrebatarle la final a San Martín en una cancha de Trinidad explotada: "Mis compañeras sabían que tenía un sueño. Nos coronamos campeonas después de ganarle en la final".
Con su presente un poco lejos de las canchas, sabe la huella imborrable que dejó en el club y que su nombre quedará plasmado para siempre en el fútbol femenino.
"La historia con Sarmiento es de toda la vida" "La historia con Sarmiento es de toda la vida"
SU HERMANO, OTRO HISTÓRICO EX JUGADOR Y DIRIGENTE DEL CLUB
Se trata de Neri Aguilera, quien supo jugar y convertirse en presidente del club Sarmiento y lograr el primer ascenso a la máxima categoría del fútbol sanjuanino. Él también fue parte de su rica historia y se fue siendo uno de los mejores e idolatrados por todos lo que lo conocieron.