Ya pasó la presión y San Martín ya está en casa festejando el título y el ascenso a Primera División. El Hilario se vistió de gala para recibirlos y todo fue carnaval. Todos los chiches en una noche mágica, llena de espuma y puros 'besos' a la copa, la que con mucho sacrificio consiguió. El broche de oro lo puso Omega, que hizo bailar a todo el Pueblo Viejo.
Después de ganarle a Gimnasia de Mendoza en el Gigante de Alberdi, el plantel sanjuanino emprendió regreso sobre las 11.30hs. Un viaje de casi 600 kilómetros para traer la copa a casa y festejarlo con su gente, como se merece. Acá en el Hilario se abrieron las puertas sobre las 19.30hs para el recibimiento, cuando en ese momento el elenco sanjuanino llegaba a cumplirle a la Difunta Correa.
El Pueblo Viejo comenzaba a poblarse de camisetas verdinegras y el 'olorcito' a fiesta empezaba a sentirse. La popular y plateas ya estaban colmadas de hinchas cuando los jugadores llegaron al estadio y la fiesta explotó cuando pisaron el campo de juego. Para sorpresa de muchos, estaba Santiago López García, el jugador que no pudo estar en la final pero que después del posteo en sus redes que el problema fue de contrato y no porque no quisiera estar. Se lo vio entre lágrimas y festejando el campeonato a la par de sus compañeros, que lo subieron a los hombros y le dieron la copa para que festejarla con los hinchas.
Gritos de emoción, humo verde, fuegos artificiales y un San Martín que hacía vibrar todo el Hilario Sánchez con "el Verde se va de la B, se va porque tiene huevo y le sobra hinchada para no volver".
La frutilla del postre la puso Omega, la banda de cuarteto sanjuanina, que hizo bailar a todo el plantel y a los hinchas verdinegros. Fue fiesta. Fue carnaval. San Juan volvió a Primera después de 5 años.