"Nos vemos el 13 de mayo". Esas fueron prácticamente las palabras de Leandro Romagnoli al cuerpo técnico y plantel de San Martín antes de marcharse del Hilario Sánchez, cabizbajo y sin dar declaraciones a la prensa. El Pipi, junto a sus colaboradores, decidió darles apenas 8 días de descanso al equipo tras el papelón ante Aldosivi, una dura derrota que dejó al Verdinegro muy comprometido con el promedio y su permanencia en la categoría.
Aunque el Torneo Clausura comenzará recién a mediados de julio, el plantel tendrá una semana de licencia antes de iniciar una extensa pretemporada. En el horizonte aparece el duelo frente a Racing por los 16avos de final de la Copa Argentina, aún sin fecha confirmada pero con la posibilidad de disputarse la primera semana de junio. La planificación contempla que, tras ese partido, se intensifique el trabajo físico para llegar en las mejores condiciones al segundo semestre del año.
La pretemporada durará alrededor de 60 días, con un segundo tramo especialmente exigente. Todavía no está definido si se llevará a cabo en San Juan o en otra provincia: la decisión dependerá del avance del resembrado en el Hilario Sánchez, que comenzó hace 10 días. Lo que sí está confirmado es que habrá amistosos, con el objetivo de que el equipo gane ritmo y se afiance de cara al inicio del Clausura, en el que deberá sumar cerca de 30 puntos para seguir en Primera.
En paralelo, se abrirá el capítulo de las bajas y los refuerzos. Jorge Miadosqui ya anticipó que habrá reuniones con el cuerpo técnico para evaluar posibles rescisiones de contrato y definir incorporaciones. El presidente del club no descartó una renovación profunda: “¿Cuatro refuerzos? Puede ser un equipo completo también. No hay límites, pero eso no significa que podamos traer lo que queramos. Vamos a intentar hacer lo posible, rascar donde se pueda, porque necesitamos reforzarnos”.