Chacarita atraviesa un difícil momento en la Primera Nacional, acumulando casi una decena de partidos sin conocer la victoria y estando más cerca del descenso que de pelear por un lugar en el Reducido. La situación se volvió aún más tensa luego de la estrepitosa goleada 4-0 sufrida ante San Martín el pasado domingo.
Al regresar de San Juan, los jugadores del Funebrero se encontraron con una desagradable sorpresa: las ruedas de varios de sus autos habían sido pinchadas, en lo que parece ser un "mensaje" de disconformidad por parte de la barra brava del club.
El capitán, Víctor Figueroa, relató la situación con preocupación, evidenciando la presión que el equipo enfrenta no solo en el campo de juego, sino también fuera de él.
El equipo, que hace más de dos meses no consigue una victoria, buscará revertir su situación en el próximo partido frente a Brown de Puerto Madryn.
Este encuentro será crucial para el futuro del entrenador Manuel Fernández y para mejorar la relación con la hinchada del Funebrero, que ha pasado de soñar con el ascenso a vivir una pesadilla en la parte baja de la tabla de posiciones.