Flor Lorenzo, la primera mujer en dirigir el fútbol local
Con 23 años debutó como árbitro principal en la B Local, un hecho inédito en el fútbol de San Juan. Ahora sueña con llegar a Primera. Por Carla Acosta.
"Quería jugar al fútbol pero no me dejaban por ser mujer. Y así encontré en el arbitraje una manera de estar vinculada al deporte". Florencia Lorenzo habla de sus comienzos, de cómo se involucró en el oficio del silbato y de cómo fue rompiendo barreras hasta convertirse -seis años después de su debut en inferiores- en la primera mujer en dirigir en el fútbol local masculino.
Con 23 años, la chica oriunda de Chimbas fue árbitro principal en el encuentro entre Picón y Huarpes por la B Local. Si bien desde hace dos años es juez asistente en la A y B Local junto a Rosana Paz, su presentación en Pocito fue un hecho sin precedentes: esta vez fue ella quien se paró en el centro de la cancha y fue acompañada por dos caballeros.
"Estaba por dirigir el fútsal en cancha de San Ricardo y me designaron como árbitro principal de la B del fútbol de once. Estaba esperando esta oportunidad. El año pasado no se dio por diferentes motivos pero trabajé mucho en la pretemporada para que ahora se concretara", cuenta Flor.
El partido se disputó el 8 de abril en cancha de Picón. Acompañada por Leonardo Torres y Federico Quiroga, quienes la asistieron, Flor hizo su debut como árbitro principal. Dice que los nervios la invadieron en los primeros minutos, pero con el correr del tiempo la tranquilidad y la concentración volvieron a su cuerpo.
"Sabía que por ser mujer iban a estar atentos a ver qué cobro y qué no. Y le pedí a los asistentes que me dejaran pitar para evitar que digan que ellos me manejan el partido. A los 15 minutos se me pasaron los nervios y estuve serena. Los jugadores colaboraron bastante, estuvieron calmados. La única incidencia fue una amonestación por protestar", señala.
Pese a que era su estreno como juez número uno, Lorenzo tiene bastante "cancha" en el ambiente del arbitraje y apunta que sabe manejarse dentro y fuera del campo. "Ser mujer árbitro a veces genera presión por la mirada del otro, pero confío en mi trabajo y en mí. Una siempre tiene que estar concentrada y tratar de prevenir situaciones que pueden ser complejas. Hay que estar atenta para no protagonizar jugadas polémicas, hay que evitar que eso pase".
Lo de Flor y el arbitraje nació en 2012, cuando por recomendación de su padre hizo el curso en la Liga Sanjuanina de Fútbol. Al año siguiente, con 16 años de edad, dio sus primeros pasos en el oficio con el fútbol infantil. Pero en la Copa de Campeones, donde se convirtió en la primera mujer en impartir justicia, ratificó su pasión por el arbitraje y desde entonces no paró: debutó como árbitro asistente en el fútbol de once y cuando el futsal se instaló en la provincia, dirigió a mujeres y hombres.
Hoy la estudiante de Educación Física habla de sus sueños, de llegar a las categorías grandes y por qué no a Primera, donde ya dirigen otras mujeres como Gisela Trucco y Mariana de Almeida. "Hay que ir paso a paso, lo primero es sumar partidos en el fútbol sanjuanino. Pero sí, mi sueño es hacer el curso nacional y tener un contrato con AFA, lo que me habilita a dirigir el Federal A, B Nacional y Primera", confiesa.