Riquelme, el máximo ídolo de Boca en la actualidad, señaló hoy que es "un hombre que cumple con sus promesas" y pidió que "no pregunten más por la unión del plantel", tras jugar 26 minutos en el 3-0 sobre Banfield que le dio el título del Apertura a su equipo.
"Dije que volvía a Boca para ser campeón y cumplí con mi promesa. Ahora lo único que pido es que no pregunten más si el grupo está unido o no. Acá lo que vale es el título. Y eso dice más que mil palabras", comentó Riquelme.
"En 2008 el plantel no estaba muy bien y ganamos un campeonato. Este es muy distinto. Se está armando. Algunos ya son amigos, aunque lo que vale es el título", graficó.
Riquelme, que no había jugado en los últimos cinco partidos por una fascitis plantar en el pie izquierdo, ingresó a los 19 minutos del segundo tiempo por Diego Rivero. "Me sentí muy bien. Fue un placer volver. Creo que hice un gran campeonato. Contribuí con un grano de arena", puntualizó.
"El equipo jugó muy bien al fútbol. Además demostró seriedad y profesionalismo. Pero más allá de eso, dejó en claro que tiene identidad", opinó. Por último, Riquelme valoró no sólo el trabajo de los jugadores, sino también los de los cuerpos técnico y médico.
"Todos hicimos lo que debíamos hacer para ser campeones. Y lo disfruto aún más porque nací bostero y voy a morir bostero", concluyó.