Los sanjuaninos discriminamos más a las personas con discapacidad o enfermos. Así lo aseguró Silvia Martín, delegada del INADI local.
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SUSCRIBITELos sanjuaninos discriminamos más a las personas con discapacidad o enfermos. Así lo aseguró Silvia Martín, delegada del INADI local.
Es que mientras en 2015 la mayor causa de discriminación era la orientación sexual, en 2016 quienes más sufren la exclusión son las personas con discapacidad y las que sufren algún tipo de enfermedad. Entre éstos últimos son los enfermos de HIV, los más discriminados.
En 2015 el INADI local recibió 7 denuncias de personas con discapacidad y este año ese número se elevó a 12, transformándose en la principal causa de discriminación.
"Es algo que nos ha llamado mucho la atención. Las denuncias van desde personas a las que echaron de sus trabajos porque quedaron con algún problema físico o psicológico, hasta personas que directamente fueron rechazadas en un puesto laboral a raíz de su discapacidad”, explicó Martín. Por supuesto este ítem también abarca a personas que no puede movilizarse en algunos puntos de la ciudad por falta de infraestructura y accesibilidad.
Además las denuncias por salud, que incluye a personas con algún tipo de enfermedad, aumentaron de 2 en 2015 a 11 en 2016. Del total de denuncias de personas enfermas que fueron discriminadas casi la mitad, o sea 5, son las que viven con HIV.
Este dato llamó especialmente la atención a Martín, quien explicó que durante 2015 "no había denuncias por discriminación de personas con HIV”.
Cuando una denuncia por discriminación entra al INADI provincial se llena un formulario y la víctima ofrece la prueba. "No somos nosotros los que dictaminamos, sino INADI Central, en Buenos Aires”, comentó Martín.
Una vez ingresado este formulario, desde la delegación local ponen en conocimiento a la otra parte que tiene diez días para responder.
"Además de asesorar legalmente a quien fue discriminado, hacemos una audiencia de conciliación con las dos personas para ver si se puede llegar a un entendimiento”, detalló la funcionaria.
Si ambas partes logran acordar, se labra un acta que se envía a Buenos Aires y puede ser utilizada, judicialmente, para que la persona afectada haga valer su derecho. Sin embargo, si no se llega a un acuerdo, toda la prueba se envía a la sede central y allí deciden si hubo o no discriminación.
"Es muy importante el trabajo del INADI porque, si bien no tenemos poder coercitivo, un dictamen de la institución le puede servir a la persona como prueba en una posterior demanda civil por daños y perjuicios contra quien lo discriminó”, concluyó Martín.
