Es una realidad que pone la piel crespita. No se puede creer
que los cuerpos de 50 fetos de más de seis meses de gestación estén guardados
en una heladera del hospital Rawson porque sus padres nunca los buscaron para
darles sepultura. Antes las autoridades del Rawson enterraban los cuerpos en el
cementerio de 9 de Julio como NN, pero ahora hay una ley que lo impide.
Cuando muere un bebé en el vientre materno o en un parto
prematuro, los cuerpos de los niños de más de seis meses de gestación son
enviados a la Morgue. Allí son retirados por sus padres, quienes en su gran
mayoría buscan los cadáveres y los entierran. Sin embargo, hay un porcentaje de
padres que no retira el cuerpo de sus hijos.
Ante esta espantosa situación, los fetos quedan guardados en
la Morgue a la espera de que los padres los vayan a buscar. Hasta hace cinco
años, todos los cuerpitos si no eran retirados se enterraban como NN en el
cementerio de 9 de Julio. Pero todo cambió cuando se sancionó una legislación
que les amplía los derechos a los padres y les da un tiempo para que busquen
los cadáveres.
Todos los fetos son bebés de más de seis meses de gestación
en el vientre materno. Hay casos de cuerpos que nacieron muertos a los 9 meses.
El personal que trabaja en la Morgue dijo que la situación
no es inusual. Incluso aseguraron que antes era más común ya que en general, no
se les daba sepultura a los fetos. "Es muy triste saber que en esa heladera hay
tantos fetos que no son enterrados”, dijeron los trabajadores.
Otro de los destinos que tenían los fetos era la
investigación científica. Una gran parte eran donados para ser estudiados por
estudiantes de la carrera Medicina.
El personal de la Morgue contó que en términos generales hay
dos clases de reacciones cuando muere un bebé no nacido. Aquellos padres, que
muy tristes y desilusionados, buscan el cuerpo de los fetos para darle
sepultura. Y aquellos que no pasan ni por la Morgue. No siempre se trata de
frialdad, según los trabajadores. "Hay muchos padres de muy bajos recursos que
no están informados, que no saben que pueden enterrar los cadáveres de sus
hijos en un cementerio sin tener que pagar. Por desconocimiento, a veces no
retiran los fetos. Hace muchos años, nadie los enterraba, eran residuos
hospitalarios”, explicaron.
En el cementerio parque El Palmar, ubicado en 9 de Julio, en
el 2012 se delimitó un área de 900 metros cuadrados para enterrar allí los
fetos de manera gratuita. La iniciativa del Arzobispado tuvo buena recepción y el intendente Walberto
Allende donó el espacio. En conjunto, las autoridades eclesiásticas con las
municipales se pusieron en campaña con jueces locales para posibilitar realizar
entierros de fetos.
Para Allende, esta iniciativa "viene a satisfacer una
carencia de las familias sanjuaninas que han tenido la desgracia de que uno de
los suyos no llegara a nacer". En ese sentido, el intendente señaló que
"hasta ahora, esas familias no tenían donde enterrar los restos de sus
hijos no nacidos de manera gratuita, por lo que terminan convertidos en
material de desecho hospitalario".
Hasta antes de la sanción de las modificaciones en el Código
Civil, los fetos eran considerados residuos hospitalarios. Luego, tras la
reforma a la legislación, se considera persona al embrión desde el momento de
la concepción e incluso a los embriones de probeta. A partir de ese cambio, a
los fetos se les puede poner un nombre.
Los olvidados en Neo
Pasan los días y nadie se hace presente para visitarlos y en
los casos más extremos, los pequeños mueren sin sus padres presentes y sus
cuerpitos son retirados después de días de estar alojados en la morgue. Las
tristes historias se tejen en el servicio de Neonatología del Hospital Rawson,
donde todos los meses hay un niño olvidado, según informaron médicos del área.
Muchas veces sucede que los padres no van en días a ver a
sus hijos, aparecen esporádicamente por lapsos muy cortos de tiempo. Incluso
hubo casos en los que se tuvo que proceder a llamar a los padres para avisarles
que el bebé iba a ser dado de alta, que era necesario que lo retiraran.
Por día está prevista la realización de seis visitas por
parte de los padres. Si bien es importante que ambos vean a su hijo, la madre
es quien debe mantener más contacto porque se busca que intente darle de mamar
o al menos sacarse la leche para ver si el niño la puede asimilar. La primera
visita es a las 9 de la mañana y dura una hora al igual que las demás.
"Los olvidados” les dicen a los bebés que viven el abandono
desde el momento del nacimiento y que a pesar del desinterés de sus propios
padres, la mayor parte de las veces logran salir adelante y superar la primera
gran prueba que les puso la vida en el camino.