La muerte de Alejandra “Locomotora” Oliveras conmovió al país. La exboxeadora, múltiple campeona mundial y figura emblemática del deporte argentino, falleció este lunes a los 47 años, luego de haber permanecido internada en terapia intensiva desde el pasado 14 de julio. La causa: un accidente cerebrovascular isquémico, una de las principales emergencias neurológicas y una de las primeras causas de muerte y discapacidad en el mundo.
¿Qué es un ACV isquémico?
El ACV isquémico, el que afectó a Oliveras, ocurre cuando una arteria que lleva sangre al cerebro se bloquea, ya sea por un coágulo o por acumulación de grasa (aterosclerosis). Este bloqueo impide que el oxígeno y los nutrientes lleguen a una parte del cerebro, lo que genera una lesión en el tejido cerebral.
Se diferencia del ACV hemorrágico, que se produce cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro, generando sangrado.
En el caso de la excampeona, el ACV fue producto de una estrechez en la arteria carótida derecha, según explicó el neurocirujano Alejandro Musacchio. Esta obstrucción, causada por una placa de ateroma (grasa y calcio), redujo el flujo sanguíneo hacia el cerebro y derivó en un evento isquémico severo.
¿Cuáles son las causas más comunes de un ACV isquémico?
- Aterosclerosis (placas de grasa en las arterias)
- Coágulos formados en otras partes del cuerpo que viajan al cerebro
- Fibrilación auricular (arritmia cardíaca)
- Hipertensión arterial sin control
- Diabetes y colesterol elevado
¿Qué síntomas no deben ser ignorados?
- Reconocer los signos de un ACV puede salvar vidas. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Entumecimiento o debilidad repentina en la cara, un brazo o una pierna, especialmente de un solo lado del cuerpo
- Dificultad para hablar o entender el habla
- Visión borrosa o pérdida de visión en uno o ambos ojos
- Mareos, pérdida de equilibrio o falta de coordinación
- Dolor de cabeza muy intenso y repentino, sin causa aparente