Desde el verano, cuando el precio internacional del café se disparó un 150%, las cafeterías sanjuaninas vienen ajustando sus precios en forma paulatina. Por eso los sanjuaninos pueden haber advertido en los últimos días un aumento en el costo del pocillo en algunos locales.
Pero en definitiva, cada local aplica los aumentos según su estructura de costos, segun un sondeo realizado por Tiempe de San Juan, y lo cierto es que, en el último semestre, el alza del pocillo humeante en San Juan ronda entre el 17 y el 25%.
Por qué aumenta
Los aumentos en el precio del café que se sienten en San Juan responden a la suba internacional del grano que tuvo un pico en el verano pasado. Las causas son mayormente externas: la principal, las inundaciones en la región del Amazonas, que redujeron la producción en Brasil que es el mayor proveedor para Latinoamérica de café arábigo, explicó Analía Tello, desde la Cámara Hotelera Gastronómica de San Juan.
A eso se suma otro factor más lejano, pero que en la globalización también impacta en esta provincia: hay un incremento sostenido en el consumo de café en China, que elevó la demanda global sin que la oferta pudiera acompañar.
Subas de precio locales
En este escenario, los precios del café en el mundo siguen subiendo, y en San Juan cada cafetería fue ajustando sus precios según su realidad. Algunas lo hicieron de forma paulatina, otras con saltos más notorios. Lo cierto es que el precio de un simple pocillo de café ya no es el mismo que hace un año.
Gustavo Platero, dueño de Tres Cumbres, una de las cafeterías especializadas del centro sanjuanino, contó que, en junio de 2024, el pocillo costaba $1.800. En diciembre pasó a $2.400, y hoy está en $2.800. Eso significa un aumento del 17% en seis meses, y del 56% interanual.
Pero no se trata solo del precio en mostrador. El costo del grano se disparó en los últimos años. “Pagaba $1.150.000 por una determinada cantidad de café a fines de 2023. En junio de 2025, por la misma cantidad, pagué $8.065.000”, detalló Platero.
Agregó que a pesar de que las cafeterías han venido ajustando los precios, al mismo tiempo también han tenido que resignar rentabilidad para mantener los clientes. Platero dijo que el costo actual del pocillo en San Juan no alcanza para cubrir costos: “Hoy un kilo de café bueno cuesta $50.000. Si aplicáramos la lógica de mercado, un pocillo debería costar el 10%, es decir, al menos $4.000 o $5.000, pero no lo podemos cobrar a eso. Lo vendemos a la mitad”, admitió.
El contexto global
Tello, además de ser propietaria, es mayorista y provee de café a varios locales sanjuaninos. La empresaria confirmó que el sector viene sufriendo el impacto del contexto global. “A principio de año el precio internacional del café subió un 150%, pero como teníamos stock y tostamos nosotros, fuimos haciendo ajustes más suaves”, aseguró. También dijo que las compras internacionales de los últimos dos meses pararon las subas.
En su local, el pocillo acompañado de una tortita cuesta $2.700; el café mediano, $3.200; y el café con leche grande, $4.200. En enero, el pocillo costaba $2.200.
“El problema fue que las lluvias en Brasil afectaron la cosecha. A eso se le suma que China empezó a consumir mucho café y la oferta quedó corta para el resto. La presión viene de ahí”, reiteró Tello.
El cierre de locales, otro dato preocupante
Según la Cámara Gastronómica de San Juan, en el último semestre cerraron al menos siete cafeterías en la provincia. Los referentes del sector coinciden en que el aumento del café es solo una parte del problema. También subieron los alquileres, los servicios, y los costos del personal. Todo eso presiona y los márgenes se achican cada vez más, son las quejas que se escucharon en las cafeterías sanjuaninas.
El precio también varía según el tipo de café que se usa. Hay lugares que trabajan con café de muy baja calidad, incluso torrado, que cuesta la mitad que un buen café. En esos locales, un pocillo puede costar menos de $2.000.
De acuerdo a lo informado por los empresarios locales, aunque los precios internacionales se estabilizaron levemente en los últimos dos meses, el mercado sigue siendo incierto. Los tostadores están atentos a nuevas subas en origen, mientras que los locales siguen sufriendo subas constantes de otros costos, que tarde o temprano terminan impactando en el simple pocillo de café.