A pesar de que la veda electoral rige hasta las 18 horas de este domingo, cuando se cierren los comicios y comience el recuento de votos, en San Juan se percibió la tensión de lo que las elecciones representan para muchos. Y es que a pesar de que son sólo dos candidatos los que se deben elegir, uno de ellos será quien conduzca los destinos del país.
En ese contexto, hubo chispazos entre los votantes sanjuaninos y Tiempo de San Juan fue testigo de uno de esos momentos, en las inmediaciones de la Escuela Obreros del Porvenir. Si bien en el establecimiento todo se vivió con calma y sin ningún sobresalto, más que el registro de boletas rotas de un lado y del otro de las fuerzas políticas en disputa, a pocos metros de su ingreso dos ciudadanos se picotearon por sus diferencias.
La secuencia comenzó cuando una mujer, llamada Lucía, se marchó de la institución ubicada en Av. Alem y Av. Córdoba, en Capital, en un estado de crisis emocional. Ante la consulta de la cronista de este diario, la protagonista que había estallado en llanto explicó que se sentía bien, aunque confesó que estaba angustiada por la situación crítica que atraviesa el país.
"Si no gana él, no se qué va a pasar", sostuvo haciendo referencia a uno de los candidatos y haciendo evidente su postura política. Mientras se secaba las lágrimas y se expresaba, un hombre que acababa de votar y que la escuchó se acercó para decir que él había votado al adversario.
"Tengo 300 empleados, pero igual voté a M...", indicó quien se refirió de manera despectiva hacía el otro candidato y continuó con su marcha. Por su parte, la mujer -que se quedó en el mismo lugar- aseguró: "A ese hombre no le importan sus hijos".
La tensión se pudo percibir en ese instante y fue una muestra de los estados de ánimos de algunos electores, en una jornada que se desarrolló con normalidad. Como el ciudadano sanjuanino es más tranquilo y evita protagonizar este tipo de cruces, el intercambio de opiniones que se dio de manera casual llamó la atención a más de uno, que se asombró y quedó atento al desenlace. Afortunadamente, no fue con violencia y no pasó más que de un momento de incomodidad.