El pasado 1 de julio falleció Carlos Antonio Atampiz, reconocido trabajador del Poder Judicial de San Juan, cuya trayectoria dejó una huella imborrable entre sus colegas. Su partida causó hondo pesar en el ámbito judicial, donde se desempeñó durante décadas con compromiso, responsabilidad y vocación de servicio.
Atampiz culminó su carrera como encargado de la Oficina de Notificaciones y Mandatos Judiciales, ubicada en calle Jujuy 162 Sur, en Capital, luego de años de trabajo como Oficial de Justicia. Fue conocido por su integridad, su humildad y su constante disposición a ayudar a los demás.
Uno de los testimonios que más conmueve sobre su vida fue compartido por el abogado Nicolás Fiorentino, quien lo recordó con una anécdota que define el temple y la humanidad de Atampiz. “Al poco tiempo de iniciarme en mi profesión”, relató Fiorentino, “acompañé al Oficial de Justicia Atampiz a notificar una demanda ejecutiva de cobro. El demandado, un chacarero, apareció con un hacha de mano y me amenazó alzándola frente a mí. Carlos no dudó: se interpuso para cubrirme y, con entereza y valentía, logró persuadir al atacante para que depusiera su actitud”.
“Esa clase de hombre fue Don Carlos Antonio Atampiz”, escribió Fiorentino, y la frase resume el sentimiento compartido por muchos. Atampiz fue un trabajador ejemplar que dignificó al Poder Judicial con su accionar diario, guiado siempre por valores de justicia, respeto y entrega.