El Concejo Deliberante de Chimbas aprobó este lunes el Presupuesto 2026 y, en ese marco, quedó expuesto el primer chispazo político entre la intendenta Daniela Rodríguez y un sector de los concejales peronistas, varios de ellos alineados con el exintendente Fabián Gramajo.
El proyecto fue sancionado con 7 votos afirmativos y 3 abstenciones. Se abstuvieron Eduardo Rodríguez (Cambia San Juan), Luciano Cano (Por Vos) y la oficialista María Arredondo. Sin embargo, más allá del resultado formal, el dato político fuerte estuvo en una modificación sustancial del texto original enviado por el Ejecutivo municipal.
El presupuesto presentado por la intendenta contemplaba destinar el 4% del total de los recursos al Concejo Deliberante, pero durante el tratamiento los ediles lograron introducir un cambio clave: con los votos de Ariel Rivero, Ivana Cortez, Noelia Tortarolo, Augusto Neyra y Leonela Yúdica (bloque peronista), más Eduardo Rodríguez (Cambia San Juan) y Griselda Chávez (La Libertad Avanza), el cuerpo legislativo se asignó el 11,7% del presupuesto, dejando al Ejecutivo con el 88,3% restante.
El presidente del Concejo, Ariel Rivero, defendió el aumento y sostuvo que no se trata de una discusión meramente administrativa. “Este incremento no se traduce en conceptos abstractos, sino en un medicamento para un abuelo, un traslado para un niño que debe viajar al Hospital Garrahan por problemas de salud, una silla de ruedas para una persona con discapacidad o la asistencia inmediata a una familia que sufrió un incendio en su vivienda”, explicó.
Desde el entorno de los concejales peronistas que impulsaron la modificación niegan que la decisión implique un enfrentamiento directo con la jefa comunal. No obstante, fuentes políticas aseguran que el movimiento fue leído como una señal de rebeldía hacia Rodríguez y un gesto de mayor alineamiento con el exintendente y actual referente político del espacio, Fabián Gramajo, esposo de la intendenta.
Cabe aclarar que Rodríguez cuenta con la facultad de vetar la modificación introducida por el Concejo. Sin embargo, el dato no es menor: los 7 votos contra 3 configuran una mayoría calificada, lo que le permitiría al cuerpo legislativo insistir con la norma y dejar sin efecto un eventual veto del Ejecutivo.