El gobierno nacional publico los resultados de las Pruebas Aprender 2021, que dan cuenta de los aprendizajes de los alumnos argentinos tras la pandemia del coronavirus, y la prolongadísima cuarentena. No se pudo acceder a los resultados provincia por provincia.
A quienes más castigó el cierre de las escuelas, previsiblemente fueron los chicos de los hogares más pobres, muy afectados en cuestiones, por ejemplo, como la conectividad.
En una materia como Lengua, se registraron resultados 25% peores que los del 2018. Casi la mitad los alumnos de sexto grado (44%) se ubica por debajo del promedio. Así, el comienzo de la secundaria encuentra a los jóvenes sin la capacidad de comprender un texto.
En matemática la caída fue menos pronunciada. En las pruebas recién informadas el 45.2% reveló problemas para realizar operaciones sencillas. Sucede que, en 2018, un 42.6% presentaba esa dificultad. Es decir, la caída fue leve porque se venía de guarimos alarmantes. Por esta razón, la información fue calificada como “estadísticamente no significativa”.
Las Pruebas Aprender son censales y se realizan alternativamente entre alumnos del ultimo año de la primaria y el último de la secundaria.
Durante la presentación de los resultados, el ministro de Educación Jaime Perczyk, intentó justificar la debacle. “Vemos problemas que ya venían de antes, pero que se profundizaron en la pandemia. Los resultados, además, tienen que ver con la fuerte desinversión educativa que hubo durante los 4 años del gobierno de Macri. Hoy vemos chicos de tercer o cuarto grado que no saben leer y escribir. La reversión va a llevar mucho tiempo. Destruir es más fácil que construir”.
Desde el Ministerio estimaron que revertir estos conflictos llevará entre 3 y 5 años. Según los expertos, los problemas en Lengua, más consistentes que en Matemática, tienen que ver con la cualidad de la materia, que para ser enseñada y aprendida requiere de un contacto estrecho entre el educador y el educando.
Esta particularidad se repitió también en las pruebas que se tomaron en Capital Federal. Y el problema de los aprendizajes se evidenció en los últimos trabajos realizados en países como Brasil, Chile, Uruguay y Colombia.
Finalmente, el titular de la cartera de Educación esbozó algunos ejes para trabajar en la remisión de la catástrofe: mejorar las condiciones sociales de los chicos; fortalecer el nivel educativo de la familia, con programas de finalización de la secundaria; más días y horas de clase; entrega de 8.2 millones de libros a los estudiantes; lograr que los chicos ingresen antes al nivel inicial; y un programa de capacitación docente con una inversión de 3 mil millones de pesos.