Tras la polémica entre Gerardo Morales y otros radicales con Mauricio Macri, que habló de “populismo contagioso” para criticar a los ucereístas que dieron quorum para tratar la modificación de Ganancias, el gobernador jujeño recibió en su provincia a Patricia Bullrich.
Como se había anticipado desde fuentes cercanas a la campaña de Juntos por el Cambio, Bullrich iría virando su discurso levemente, del kirchnerismo como único objetivo, hacia la Libertad Avanza y Javier Milei, sabiendo que de ahí deben venir los votos que le permitan superar a Sergio Massa y colocarse en ballotage.
En JxC creen, como dijo el mismo Macri, que “la ola violeta viene bajando”. Esos votos, esperan, que acompañen a Bullrich.
La línea de flotación identificada en Milei para los artilleros cambiemitas está demarcada por los dirigentes de los que se viene rodeando, muchos con cargo anunciado y prometido.
El caso más patente es el del sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, de quien Milei ya adelantó que sería su eventual secretario de Trabajo.
"Si le vas a entregar el Ministerio de Trabajo a quienes han mantenido este status quo, en vez de haber alentado el empleo y modernizar las formas del trabajo…Bueno, evidentemente cambio su última bandera: era muera la casta, ahora es viva la casta", apuntó Bullrich.
En recorrida pro el barrio Túpac Amaru, otrora bastión social y político de Milagro Sala, le hizo un guiño notable el mandatario jujeño: “Todos juntos vamos a trabajar para ordenar el país de una vez y para siempre. No nos vamos a dejar extorsionar como no lo hizo Gerardo con Milagro Sala".