Siete meses después de unos de los escándalos más importantes que debió afrontar el gobierno de Alberto Fernández, el Olivosgate, la primera dama Fabiola Yáñez salió a disculparse con los argentinos.
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SUSCRIBITESiete meses después de unos de los escándalos más importantes que debió afrontar el gobierno de Alberto Fernández, el Olivosgate, la primera dama Fabiola Yáñez salió a disculparse con los argentinos.
Yáñez no explicó por qué no pudo antes, pero aclaró que “esta es la primera oportunidad que se me presenta para hacerlo”, y se hizo cargo de los ocurrido con la fiesta de cumpleaños que festejó en la Quinta presidencial, cuando el resto e los argentinos estaban con serias restricciones de circulación y de actividades sociales, en el marco de la cuarentena dispuesta por Alberto Fernández a causa de la pandemia del coronavirus.
En una entrevista con la revista Gente, Yáñez señaló: “Ésta es la primera oportunidad que se me presenta para hacerlo, debo transmitirle a todos los argentinos y argentinas mi sincero pedido de disculpas y, por supuesto, mi gran arrepentimiento, ahora sí en primera persona, por lo ocurrido”.
Hasta ahora quien había hablado del affaire había sido el presidente que fue muy cuestionado por cargarle el peso de la culpa a su pareja: “El 14 de julio mi querida Fabiola convocó a una reunión, a un brindis, que no debió haberse hecho. Me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido”, había dicho. La sucesión de críticas y memes desbordó las redes sociales por varios días.
Esto ocurrió después de la desafortunada decisión oficial de intentar borrar los límites entre la realidad y la operación política, señalando que no hubo violación a la cuarentena, y hasta sugiriendo, extraoficialmente, pero para que circule por los medios, que las fotos serían un montaje.
Por el hecho, la pareja presidencial y la veintena de invitados estuvieron imputados judicialmente, y avanzaron en acuerdos para reparar el daño, sin llegar a juicio, que hasta ahora no fueron materializados.
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