Los negocios en San Juan de IMPSA, la empresa estatizada mendocina
Pescarmona fue la dueña de TCA, la fábrica de mazos de cables que fue comprada por los fondos buitres. La Provincia perdió un juicio contra la firma y en el 2004 hubo un amague que terminó en acuerdo.
En el 2014 IMPSA, la firma mendocina propiedad de la familia Pescarmona se salvó de quebrar gracias a una generosa ayuda estatal y la venta de activos propios. Estaba en una situación financiera muy complicada y la mano del Estado fue la que le permitió salir adelante. Siete años después, la firma otra vez quedó al borde de la quiebra. En esta ocasión, se concretó una estatización tras el aporte nacional de 15 millones de dólares y otro de la provincia de Mendoza de 5 millones más.El conglomerado Pescarmona tuvo una relación compleja con San Juan. Fue dueña de TCA -la fábrica de mazos de cables que supo emplear a 460 empleados-, le hizo dos juicios a la Provincia y hubo un intento de litigio que terminó en amague.
El pasado 28 de mayo el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación anunció la aprobación de la capitalización por parte del Estado nacional de la empresa IMPSA. De esta forma se concretó la estatización de la firma, que le pidió asistencia a la Nación en el 2020. Teniendo en cuenta los aportes realizados, la Nación será accionaria mayoritaria (63,7%) y Mendoza tendrá una porción importante del paquete accionario (21,2%). El 15,1% restante quedará en manos privadas.
Los vínculos de San Juan con Pescarmona arrancaron en 1985, cuando la empresa mendocina perdió la licitación para construir el dique Cuesta del Viento a pesar de haber presentado la oferta más baja. La obra finalmente fue adjudicada a Paolini. Este hecho impulsó a la firma cuyana a iniciarle un juicio al Estado. La Provincia terminó perdiendo el litigio y pagando en el 2009 $10.063.580, que se abonaron con títulos públicos.
En el 2012 la mendocina le hizo juicio a la Provincia nuevamente, en esta ocasión por $5 millones de pesos en concepto de intereses tras ganar el litigio por la causa Cuesta del Viento. Ante este hecho, Fiscalía de Estado presentó un recurso extraordinario ante la Corte de Justicia porque según informaron, la empresa no hizo reserva por intereses al momento de cobrar el primer juicio, por lo tanto, el Código Civil no permite que se exijan después. La última novedad sobre el caso es que la Corte le hizo lugar al recurso presentado por Fiscalía y la causa pasó nuevamente a la Cámara Civil.
Los conflictos continuaron entre Pescarmona y la Provincia. Los diques nuevamente se interpusieron en la relación en el 2004. Cuando la construcción de Caracoles resucitó se acordó con las partes a las que se les adjudicó la obra en 1998 y se incluyó a Techint tras la salida de la mexicana CTC. La compañía acusó a San Juan de haber procedido a una contratación directa. Finalmente, la polémica terminó disipándose y la obra pudo ser concretada.
Por lo bajo se supo que la compañía tenía buena relación con Wbaldino Acosta, quien perdió en las elecciones del 2003. El bloquista les habría prometido a los directivos de Pescarmona la adjudicación de la obra.
Pescarmona era propietaria de la fábrica de mazos de cables TCA. Con la caída del régimen de promoción industrial, la empresa mendocina vendió la fábrica TCA a Delphi, compañía que fue comprada por el fondo buitre Elliot Managment.
Delphi tenía dos empresas en Brasil dedicadas a la venta de mazos de cables. Se sospechó que la compañía de los fondos buitres buscó quebrar la empresa radicada en San Juan para que las brasileñas se convirtieran en las únicas proveedoras de Peugeot en Argentina. Finalmente, Héctor Mendez compró la ex TCA, al poco tiempo terminó cerrando cuando el ex presidente Mauricio Macri abrió las importaciones.
Actualmente, en San Juan Pescarmona es propietaria del edificio en el que funcionaba la ex fábrica de mazos de cables. Aún no se sabe el destino de este predio.