Una niña que iba de visita a la casa de su abuela en Rivadavia habría sido sometida sexualmente por su propio tío. Eso es lo que ahora investiga personal de la Unidad Fiscal de Investigaciones del centro ANIVI, que este miércoles formalizó la imputación contra este empleado de comercio de 32 años.
Por el momento el hombre sigue libre, pero tiene prohibido acercarse a la víctima y a sus padres. Así lo dispuso el juez de garantías Eugenio Maximiliano Barbera, quien dispuso la apertura de la investigación penal preparatoria por el lapso de 8 meses. Los fiscales Andrea Insegna y Eduardo Gallastegui, del UFI ANIVI, y el defensor oficial Alejandro Martín García –que en este caso actúa como querellante- le imputan provisoriamente el delito de abuso sexual simple.
El sospechoso, acompañado por su defensora la abogada Ivana Salas, escuchó paralizado toda la imputación en su contra que hicieron los fiscales. La denuncia se realizó a fines de septiembre y la hizo su propio hermano, el papá de la nena, quien por esos días tomó conocimiento que la niña atraviesa un duro trauma producto de ultrajes sexuales. Primero se lo había contado a una prima.
La niña, que hoy tiene 11 años, relató que sufrió dichos abusos cuando ella tenía 8 años. Concretamente dijo que esos ultrajes ocurrían en las ocasiones en que iba quedarse en la casa de su abuela en Rivadavia y ahí se encontraba con su tío. Relató que su tío la manoseaba, que fueron varias veces y que también la amenazaba para que guardara el secreto.