El último miércoles, el propietario de una finca en Angaco sufrió el robo de 40 cabras. Tras dar con el victimario, observó que uno de estos animales estaba sin vida y otro por ser sacrificado. Por este motivo, dos hombres terminaron detenidos y serán juzgados.
Todo ocurrió pasadas las 19 horas del miércoles 24 de julio. El propietario de la vivienda, ubicada en calle Olivera sin número, se encontraba sin su morador cuando desconocidos ingresaron al predio y rompieron el cerco de un corral. Allí estaban guardadas 40 cabras.
El dueño del hogar notó el faltante de los animales. Realizó recorridas por la zona y observó a 200 metros de su vivienda a un hombre. Corría de una finca a otra, ubicada en frente. Llevaba una cabra de baja estatura color marrón.
Al llegar al domicilio comenzó a llamar al dueño de la vivienda. Nadie salió y vio que desde el interior del inmueble apagaron las luces. Por este motivo, ingresó al lugar y encontró a Pablo Enicanor Romero con una de sus cabras de color marrón claro. Tenía las patas atadas y un elemento punzante en su cuello.
Comenzó una discusión y se retiró para pedir ayuda a su familia. Luego encuentra a un vecino, quien llamó al 911, y advirtió que en el interior de una plantación de parrales del terreno de enfrente es donde vive Alberto Cayuela, otro de los responsables. Tenía una cabra de color blanco con marrón que estaba sin vida.
Personal policial llegó al lugar y constató que esta última cabra no presentaba lesión visible y se encontraba preñada. Los familiares realizaron recorridas por la zona y encontraron 34 cabras, faltándole hallar otras cuatro.
En el lugar del hecho se constituyó personal policial de Comisaría 20°. Aprehendieron a de los dos propietarios de las fincas mencionados junto a los dos animales mencionados.
Hubo una audiencia este viernes. Romero y Cayuela fueron imputados por el delito de abigeato agravado. El juicio se realizará el próximo 6 de agosto.