Un día antes de conocer el veredicto de la jueza Ana Carolina Parra, que definirá si Mario Parisí es culpable o no de agredir a su ex pareja, el funcionario judicial que fue acusado por violencia de género rompió el silencio en el juicio y pronunció sus últimas palabras. En ese marco, quien se mantuvo en silencio a lo largo de todo el debate aseguró: "He sufrido una terrible condena social".
Si bien sus expresiones fueron escuetas, resultaron contundentes ya que aseveró que todo el tiempo se trató de un caso de falsa denuncia. A la salida de la audiencia, el imputado habló con la prensa y sostuvo: "Simplemente quise recalcar lo que mi defensa técnica había hecho durante la etapa de los alegatos y he agregado la terrible condena social que sufrido".
Quien supo ser coordinador de Flagrancia y de la Unidad Conclusiva de Causas reconoció que no sólo se vio perjudicado en San Juan sino que, por su actividad académica, en todo el país. "He tenido contacto con la justicia de todo el país, con juristas, he sido profesor de posgrados, conozco gente de diversos países, Costa Rica, Chile, Uruguay, y eso (la denuncia) ha llegado a nivel internacional por una fractura que jamás existió y que se difundió de manera irresponsable", manifestó a los micrófonos de Canal 13.
Parisí, que apuntó a la fiscalía con esos últimos dichos, cerró su exposición y afirmó: "Yo soy inocente y así lo ha demostrado mi defensa".
Por su parte, la abogada defensora, Ivana Salas, remarcó las contradicciones en el relato de la denunciante y de la fiscalía en cuando al supuesto hecho de violencia. En ese sentido y como ya lo había publicado este diario, en el resumen de los alegatos del juicio, recordó que peritos indicaron que no hay un círculo de violencia de género y que la mujer no presenta estrés postraumático. Además, señaló la inexistencia de un arma blanca con la que se hizo la presunta amenaza, entre otras consideraciones.
El hombre que ocupó altos cargos en la justicia sanjuanina y que quedó envuelto en el escándalo, tras la denuncia de su ex pareja en la UFI CAVIG, lo que impulsó el proceso que está a punto de finalizar su primera instancia, está imputado por lesiones leves agravadas y amenazas agravadas por el uso de arma blanca. Por esta calificación, los fiscales Roberto Ginsberg y Claudia Ruíz solicitaron la pena de 1 años y 8 meses de prisión condicional, a lo que adhirió el querellante Reinaldo Bedini.
Se espera que la jueza de Garantías, que recibió los agradecimientos de ambas partes por su labor, dicte sentencia condenatoria o absolutoria. Sea cual sea el resultado, se estima que la parte agraviada acuda al Tribunal de Impugnación, es por ello que resulta difícil de hablar de un caso cerrado aún cuando quedan instancias superiores. No obstante, el fallo será bisagra en el caso.