A principio de mes, el sujeto había quedado en la mira de la justicia, sospechado de raptar a una menor en Rivadavia, se presentó frente al juez de Garantías y quedó imputado por un delito más grave de lo que se preveía: abuso sexual con acceso carnal. Le dieron tres años de prisión condicional ya que su defensa asegura que todo comenzó por una fabulación.
El hecho
Todo comenzó en mayo de este año. La niña se encontraba en la casa de su abuela, en Caucete. Alrededor de las 23 le avisó a su madre, a través de Whatsapp, que iría hasta la casa de una amiga que vive cerca de donde estaba. Pero se trató de un engaño, tomo un remis y llegó hasta Capital.
Allí se juntó con el imputado, identificado como Isacc Castro (18), la pasó a buscar por un lugar acordado y luego la llevó a su domicilio en la Villa Santa Anita, en Rivadavia. Luego de allí, según denuncia la madre, el chico le insitió a la menor para tener relaciones sexuales, ella accedio.
En la audiencia videograbada, la chica precisó que la situación la hizo sentir dolor y que trataba de apartar de ella a Castro. Luego de eso, la muchacha volvió en remis hasta su abuela.
En un principio la menor explicó a su madre que la habían raptado. La mentira no le duró mucho y confesó. Así mismo, a través de un juicio abreviado, Castro, aceptó ser condenado por el delito de abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima.