Un chico de apenas 15 años murió electrocutado el lunes por la noche, en Pocito, luego de tocar un secarropas estando mojado y con los pies descalzos. La tragedia, como consecuencia, sacudió a su familia y a todo el asentamiento en el que vivía, por lo que un día y medio después de la fatalidad, el dolor aún se percibe.
Vecinos de la zona se lamentaron por la desgracia en la que Fernando Ezequiel Silva perdió la vida, mientras que la escena donde sucedieron los hechos se mostró desolada. Apenas un pequeño con la mirada triste, sin comprender del todo lo que había pasado, se encontraba en el lugar donde están emplazados varios ranchos.
La precariedad es absoluta y da cuenta de que la fatalidad era inminente. Si bien no está claro cuál fue la falla en la instalación eléctrica, fuentes oficiales le confirmaron a este diario que el informe de autopsia reveló que al adolescente le ingresó una descarga eléctrica por la mano y fue ello lo que le provocó la muerte.
Según pudo saber Tiempo de San Juan, para los investigadores comandados por el fiscal Iván Grassi no hay duda, se trató de un accidente con consecuencias mortales. De esta manera, queda descartada la posibilidad de que haya algún tipo de responsabilidad en otra persona. Es importante la aclaración por los dichos de la madre (a Diario de Cuyo), ya que aseguró que fue culpa de alguien que le arrojó agua en ese momento.
Fernando Ezequiel se había estado bañando en el canal que pasa justo al costado del asentamiento y por eso se encontraba en las peores condiciones para tomar contacto con un aparato eléctrico. Lamentablemente para él y los suyos, su fallecimiento fue inevitable.
Si bien peritos que trabajan en la causa, como así también Bomberos y personal de Energía San Juan se hizo presente en el lugar al día siguiente, este miércoles por la mañana asistieron a la escena inspectores del EPRE. Como sus funciones le competen, revisaron las conexiones eléctricas y documentaron con imágenes el estado de las mismas.
Algo que quizás les llamó la atención pudo ser la cercanía de las casas con la torre de alta tensión. Es que los humildes ranchos están ubicados alrededor del pilar que contiene el paso de la electricidad de la zona.
En el lugar situado por Calle 7, a unos 50 metros de Chacabuco, no había nadie a la vista salvo el menor. Los vecinos explicaron que todos estaban despidiendo los restos del joven que, según contaron, de vez en cuando trabajaba para la cosecha. Las cintas de 'peligro' que oficiaron de cerco policial para cuidar la escena aún se podían ver en los alrededores, por lo que en el ambiente se percibía la angustia que sus moradores sintieron al atravesar semejante tragedia.
Por lo ocurrido y el contexto en el que se dio, uno de los vecinos se mostró preocupado por el uso que muchas personas que habitan la zona le dan al canal de riego. Es por ello que advirtió que podría darse otra fatalidad con alguien ahogado. "Se meten al canal de forma permanente, yo se que hace calor, pero es peligroso. Viene la Policía y los sacan, pero después están otra vez adentro", detalló Pablo.