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SUSCRIBITEMientras en el interior del palacio de justicia se desarrollaba la audiencia en la que se dictó el sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray, en las afueras se vivió un clima de tensión y enojo por la determinación que desvinculó al hijo del juez federal.
Este martes resultó un día clave en el caso de Lucía Rubiño, ya que uno de los acusados por la muerte de la joven de 16 años quedó desvinculado de la investigación. Se trata de Juan Pablo Echegaray, que estaba acusado por homicidio culposo pero que fue sobreseído tras el pedido del fiscal Iván Grassi.
En ese contexto, familiares y amigos de la víctima que perdió la vida el 15 de octubre de 2023 se manifestaron en las puertas de Tribunales y, cuando conocieron la noticia se mostraron indignados. Con gritos e insultos para el joven sobreseído y el juez que tomó la decisión, Javier Figuerola, los manifestantes se vieron ofuscados y remarcaron la concurrencia de una injusticia.
Como lo hicieron desde la primera audiencia, las personas del entorno de la adolescente que perdió la vida se agolparon en las escalinatas del palacio de justicia, mientras se desarrollaba el proceso clave. Con carteles y consignas contra el hijo del juez federal, al igual que contra el menor que la atropelló y mató, reclamaron justicia y exigieron que ambos implicados vayan a juicio.
Con velas y con imágenes que honraban la memoria de Lucía, los cerca de 150 asistentes acompañaron a la madre de la víctima, Belén Montilla. "Jueces delincuentes, corruptos" fueron algunas de las consignas que se escucharon en las afueras minutos después de que Jorge Rubiño y Simón Rubiño, el padre y el hermano, informaran sobre la decisión a la mujer.
La molestia de los cercanos a la querella, encarnada por la familia y el abogado Marcelo Fernández, no sólo fue con los imputados sino también con la fiscalía que, en dos instancias, impulsó el pedido de desvinculación. Fue por eso que no se olvidaron de su partiucipación y repartieron insultos para los integrantes del Ministerio Público.
Frente al clima espeso que se observó en los alrededores, se montó un operativo de seguridad especial con una importante cantidad de policías que blindaron el edificio situado en calle Rivadavia y Aberastain. Si bien hasta el momento las expresiones siempre han sido pacíficas, se temía que pudiera desatarse un escándalo mayor.
Por la bronca por lo decidido, algunos manifestantes realizaron amenazas contra Echegaray, quien no se encontraba en la provincia y siguió la audiencia por vía Zoom. Mucho llanto y enojo se pudo percibir por parte de quienes arribaron a las 18 y permanecieron hasta las 21, aproximadamente.
"Lucía nos duele a todos", expresaron con pasacalles que fueron acompañados por bombos y por el fuego de las velas, en una emotiva y enardecida expresión de aquellos que pretenden que Echegaray sea juzgado, al igual que lo será el menor que atropelló y mató a la chica.