Después de que un entrenador de boxeo del SEP fuera denunciado por violar a una alumna menor de edad, fuentes allegadas a la investigación describieron el perfil del acusado y revelaron detalles estremecedores de la causa que lo tiene bajo la lupa. Se trata de Leonardo Martínez, quien fue detenido pero recuperó la libertad por orden de la jueza Irene Mabel Moya.
Acorde trascendió, el sujeto que es investigado por la UFI ANIVI y está sospechado de abuso sexual con acceso carnal cumplía funciones como profesor en el gimnasio del Sindicato de Empleados Públicos. El mismo tenía a cargo un grupo de adolescentes a quien les daba clases de box, en el que se encontraba la presunta víctima, una chica de 15 años.
El instructor de la Escuela de Boxeo Unidos, situada en la misma sede gremial, en Ignacio de la Roza y Salta, también está vinculado a la enseñanza de artes marciales; es por eso que se lo pudo ver en las redes sociales en un dojo y, en otras ocasiones, acompañando a sus aprendices en las distintas competiciones.
Paradójicamente, Martínez quedó contra las cuerdas luego de ser denunciado puesto que hubo elementos que lo comprometieron. Uno de ellos serían los chats que tenía con la menor, en los que se evidenciaría una relación -como mínimo- fuera de lugar entre un adulto y una menor. En esas charlas, la niña le habría pedido que cesaran las agresiones sexuales. Sin embargo, habría sucedido todo lo contrario.
Según destacaron las fuentes, la menor comenzó a entrenar boxeo este año. Estaba muy entusiasmada con la práctica y por tanto generó un vínculo importante con el técnico. A partir de entonces, todo se habría excedido de los límites. Según la denuncia y la teoría del caso del Ministerio Público, cuya instrucción quedó a cargo del fiscal Nahuel Ibazeta, Martínez la manipuló y consiguió que entrenara en doble turno.
Las fuentes indican que le mandaba mensajes diciéndole que tenía talento y que iba a ser famosa en el mundo del box. En ese contexto y cuando permanecían solos en el gimnasio, habría aprovechado la situación para perpetrar los abusos, los que habrían sido varios; aún cuando la joven le habría pedido que no lo hiciera más.
Las conversaciones de WhatsApp serían las que habrían complicado a Martínez, puesto que de ellas se desprenden las principales sospechas. En un intercambio con el profesor, la menor le habría asegurado que no le había gustado el encuentro sexual y que tenía miedo. No obstante, la misma habría estado sumida en un vínculo enfermizo, cual síndrome de Estocolmo, pues le habría admitido que le tenía respeto y que lo admiraba.
Martínez, oriundo de Rivadavia y con domicilio en la Villa Seminario, recuperó la libertad el jueves último, luego de que la fiscalía formalizara el caso y su detención. A pesar de que el fiscal de ANIVI solicitó la prisión preventiva, la magistrado ordenó su liberación. Es por ello que los funcionarios del MPF acudirán al Tribunal de Impugnación para concretar la medida cautelar más gravosa.