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SUSCRIBITESi bien algunos electrodomésticos habían sido hallados por las autoridades, ahora personal policial dio con el paradero de otros efectos que habían sido denunciados como robados. El cuidador que se convirtió en ladrón confesó el hecho aunque, por el momento, permanece en libertad.
A casi un mes del robo que se registró en Albardón, en el que el casero del lugar quedó en la mira, sospechado de haber sido el autor de las tres viviendas desvalijadas, persona policial dio con otra parte del millonario botín que fue sustraído. Según indicaron fuentes allegadas, personal de la Comisaría 18° secuestró más elementos que fueron denunciados como robados.
Si bien a los días del golpe delictivo se hallaron electrodomésticos y demás objetos de valor, entre ellos freezers, heladeras y un horno, en las últimas horas, efectivos policiales comandados por la UFI de Delitos contra la Propiedad, a cargo de Cristian Catalano, procedieron con tres allanamientos simultáneos y en uno de los domicilios donde se ejecutó el despliegue dieron con una cucheta, 6 sillas y una garrafa.
A pesar del primer gran descubrimiento, en el que uniformados de la Brigada de Investigaciones Norte lograron recuperar una buena cantidad de muebles y artefactos robados, las tareas de investigación continuaron por parte de la seccional con jurisdicción en la zona y las mismas resultaron positivas con la obtención de elementos que habían sido vendidos a otras personas.
Lo curioso del caso es que los compradores, que habrían sido engañados o al menos eso dijeron al afirmar que habían obtenido los efectos de buena fe, señalaron al casero del complejo situado en Tucumán y Buenos Aires. El mismo, identificado como Carlos Aranciva, permanece en libertad y aún no fue llamado a declarar por parte de las autoridades, aunque se espera que pronto lo haga dados los indicios incriminatorios que testigos le endilgaron.
Es que, acorde las fuentes, el sujeto que es conocido como el 'Gordo Carlos' fue señalado como el vendedor de las heladeras, cocinas, freezers, microondas y demás electrodomésticos. Otras fuentes lo sindicaron como el responsable de haber entregado dichos artefactos para que fueran empeñados.
La causa que es instruida por el Ministerio Público no sólo tiene en la mira al casero infiel, que se habría quebrado y habría confesado haber sido él el autor del robo, sino también a otras personas que podrían haber sido sus cómplices no sólo en el robo, sino también en la recepción de objetos robados con el fin de prestarle colaboración, por lo que podrían ser imputadas por encubrimiento.
El millonario golpe, en el que dos cabañas bien equipadas fueron completamente vaciadas y en el que la casa de fin de semana de los propietarios también fue blanco de los autores, quedó al descubierto el 18 de mayo último, cuando las víctimas fueron alertadas por el propio Aranciva sobre el robo. El sujeto aseguró haber estado ausente, ya que un hijo tenía un problema de salud y estaba en el hospital, y en ese momento personas desconocidas ingresaron al sitio y se llevaron todo.
Con el correr de las horas y el trabajo de investigación de la Brigada Norte y los efectivos de la comisaría, la coartada del casero infiel se caería puesto que confesaría los hechos. Así fue que las autoridades pudieron obtener una parte de lo extraído. Sin embargo, aún quedan efectos por recuperar, según precisaron las fuentes, ya que el lavarropas de alta gama no apareció, lo mismo que una máquina de cortar fiambre, vajilla de porcelana, vajilla de bar, sillas, reposeras, parlantes, pavas eléctricas y demás elementos que todavía siguen sin aparecer.
Como la investigación aún continúa, las autoridades alertaron a la población a que realicen las denuncias correspondientes frente al ofrecimiento de elementos robados y, por ello, solicitaron que den aviso al contacto de la seccional al 4911024.
Desde el entorno de las víctimas que sufrieron el robo manifestaron que aún faltan cosas por recuperar, entre ellas un sommier de 2 plazas con respaldo de madera torneada, una cocina, una heladera, un microondas, una veintena de juegos de sábanas y toallones que se utilizaban en las cabañas, una máquina de cortar fiambre, una mesa, entre otros.