El juicio contra el albañil acusado de abusar de su hijastra durante casi 8 años entró en la recta final. Este jueves declaró la joven y volvió a recordar el supuesto sometimiento sexual que padeció en manos de la ex pareja de su madre. Era último testimonio en el debate. Este viernes se escucharán los alegatos y posiblemente la última palabra del acusado, y el juez Raúl Iglesias podría dar su veredicto en la Sala I de la Cámara Penal y Correccional.
La protagonista central en la penúltima audiencia fue la joven de 20 años, la supuesta víctima, que volvió a apuntar contra ese sujeto de 44 años que afronta la acusación por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por la situación de convivencia, corrupción de menores agravado y amenazas en concurso real. La chica recordó las traumáticas situaciones que vivía en la casa que compartía con su madre y su padrastro, en Chimbas. Esta tenía 11 años cuando supuestamente comenzaron los abusos, que consistieron en manoseos de todo tipo y escenas humillantes como la de presenciar cómo este hombre se masturbaba frente a ella. Esta situación se extendió hasta que ella cumplió los 17 años. Cuando su madre se separó, ella se fue a vivir con una tía y recién a fines de 2017 decidió contar sobre los abusos a los que la sometía su padrastro.
La prueba más contundente contra el albañil es el testimonio de la joven. Las pericias psicológicas indican que no fabula ni miente. La defensa encarada por la abogada María Filomena Noriega, justamente apuntará a cuestionar y a poner en duda la declaración de la chica. Todo esto se ventilará durante los alegatos, que están previstos para este viernes. Puede que el acusado diga sus últimas palabras y vuelva a negar los abusos. Y si hay tiempo, habrá veredicto. En este caso no hay término medio: puede irse libre o recibir hasta 20 años de cárcel por la grave acusación que existe en su contra.