El caso que escandaliza a San Juan y que involucra a un preceptor, una alumna y mensajes de Whats App de alto contenido sexual se encuadraría un el delito de grooming y a esto lo determinará con la imputación que le atribuya a Jorge Cruceño el juez que investiga la causa, Benedicto Correa, que subroga a Benito Ortíz del Primer Juzgado de Instrucción.
Un ilícito de tiempos actuales que ni siquiera existía cuando el Código Penal Argentino fue creado, fue contenido en el artículo 131 y prevé la prisión de seis meses a cuatro años "...el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma".
Pero, ¿qué es el grooming y cómo se investiga?
El "grooming" es un nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet, consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual.
Con respecto a esto último señalado, a través de los presuntos mensajes que el acusado le habría enviado a la estudiante, la investigación podría considerar la intención del adulto. Es que en las conversaciones que habrían mantenido, Cruceño -si es que se comprueba que fue él- no sólo seducía a la joven sino que la invitaba a concretar la relación sexual en un albergue transitorio.
"Tengo 500 pesos separados para ir al telo para hacer lo que te dije (previamente le había detallado las prácticas sexuales a las que la sometería). Me gustaría ser el primero que te lleve a uno", le habría escrito.
A partir de la denuncia, la causa tomó curso en la justicia penal y su investigación informática está siendo ejecutada por la Policía de San Juan, en la división de Delitos Complejos, que perita los teléfonos celulares de los implicados.
A la hora de analizar las pruebas, no se limita a un aspecto puntual. Hay un enfoque amplio en toda la información, mensajes, videos, qué películas ve, a qué páginas accede, los contactos de su teléfono y demás. Eso lleva tiempo. Luego se buscan elementos probatorios para esclarecer el hecho.